Frisos olvidados del castillo de Velez-Blanco. ...
Mandado construir por D. Pedro Fajardo, primer Marqués de Los Vélez, en 1.505, es una de las joyas del Renacimiento castellano realizadas en nuestro país por artistas italianos. Se atribuye a Francisco Florentin, con la colaboración de Martín Milanés y otros.
Aún
hoy, tras quinientos años, se levanta airoso, dominando una espléndida
vista, y orgulloso de ser el símbolo arquitectó- nico más
representativo de nuestra provincia.
La
planta del castillo tiene la figura de un exágono irregular y se
asienta sobre una roca gris a 1.150 metros de altitud. Su magnífica
decoración fué vendida a principios del siglo y se encuentra instalada
en el Museo Metropolitado de Nueva York.
Castillo de Vélez - Blanco. S. XVI Está declarado Monumento Nacional y en la actualidad está en fase de reconstrucción.
Vistas desde el castillo de Vélez - Blanco . ( Ambas fotografías han sido tomadas de la página FOTOMUSICA.NET .
EL PATIO DEL CASTILLO DE
VÉLEZ - BLANCO .
El
Patio renacentista del castillo de los Fajardo de Vélez - Blanco
, fue vendido y reconstruido en el Metropolitan Museo de New York .
El castillo fue construido entre 1506 Y 1515 por el noble Pedro Fajardo .
El Patio de Honor es
una majestuosa obra en mármol blanco de Macael y una joya
escultórica del arte del Renacimiento italiano, dada la procedencia de
sus artífices, quizás los mismos que tallaron el del no lejano Castillo
de la Calahorra. Vendido (como otras piezas del edificio-Puente
levadizo...) en 1904. Actualmente, se encuentra en Nueva York en el
Metropolitan Museum of Art , en donde se instaló en 1964, procedente de
un coleccionista particular. De 16x 13,50 m. de dimesiones, posee dos
niveles: el inferior, contiguo al acceso, posee en el ala del mediodía
una galería de arcos rebajados y moldurados sostenidos por columnas.
Debajo del patio, está el aljibe, de época nazarí, excavado en roca
viva (dañado por el terremoto de 1531). En el piso superior, las alas
de levante y mediodía poseen también galería, siendo la de levante
abierta en sus dos costados al valle velezano y al interior del Patio.
A través de ésta, se comunicaba el cuerpo palaciego y la Torre del
Homenaje.
El
Patio del Castillo de Vélez-Blanco fue comprado por un coleccionista
francés a principios del siglo XX, quien trasladó pieza a pieza hasta
París los cerca de dos mil elementos de mármol y madera que serían
adquiridos en 1913 por el financiero neoyorquino y gran coleccionista
de arte George Blumenthal. Blumenthal trasladó a su vez el conjunto a Nueva York para convertirlo en uno de los espacios centrales de su mansión en Park Avenue, en Manhattan, donde el patio ha permanecido tras ser donado al Metropolitan tras la muerte del financiero.
La
Junta de Andalucía compró la fortaleza palaciega en el año 2005 y está
gestionando con máximas autoridades del Metropolitan Museo de New York
, el hacer una réplica exacta del patio del castillo que se ubicará en
su emplazamiento original . Para ello se utilizará un procedimiento que
permite obtener imágnes exactas en tres dimensiones de cada detalle del
patio que serán posteriormente remitidas a la Escuela Andaluza del
Mármol , encargada de realizar la obra .
"Ejemplo extraordinario del primer Renacimiento español y brillante en cada elemento" ( HECHT ) .
Joya durmiente de un castillo en Central Park
El Metropolitan Museum de Nueva York alberga desde 1964 este emblema almeriense
"Ahora,
justo quinientos años después de comenzadas las obras por orden del más
humanista, vanguardista y relevante marqués de los Vélez, vigésimo
segundo Adelantado Mayor de Castilla y Quinto gobernador del Reino de
Murcia, amén de alumno en la Escuela de Nobles financiada por la reina
Isabel de Castilla en Valladolid y dirigida por el prestigioso
latinista Pietro Martire d´Aughiera, predomina la idea de intentar
establecer un diálogo, entre el marco idóneo del castillo velezano, y
el elemento más emblemático de nuestro renacimiento temprano, ya para
siempre en su segunda, imprevista e irreversible residencia neoyorkina
de acogida, también en la más exclusiva zona este del Central Park,
tras descartarse desde 1985 intentar su adquisición.
El patio original, castellano-renacentista a dos niveles, del neogótico
palacio-castillo de Vélez Blanco, actualmente expuesto en la planta
baja, y propiedad por donación en 1945 de la familia del plutócrata
George Blumenthal, del "Metropolitan Museum" de Nueva York, no volverá
nunca más al sitio del que fue premeditamente expoliado en 1904, a
cambio de las escasas 80.000 pesetas pagadas pocos años antes a su
propietario, José Álvarez de Toledo, por parte del anticuario y coleccionista judío-francés J. Golberg. "
CASTILLO DE VÉLEZ BLANCO
Estilo Gótico-Renacentista
EL CASTILLO PALACIO DE VÉLEZ - BLANCO.
"El Señor guarde tu entrada y tu salida desde ahora para siempre. Luis lo hizo en 1515."
El origen del castillo es de época musulmana. Los Reyes Católicos conquistaron al plaza en 1488. El nuevo edificio se construyó inmediatamente a la conquista y se hizo sobre la antigua fortaleza musulmana. Fue cabeza de marquesado y su castillo es el resultado de ese histórico gobierno.
Con el objeto de incorporar a la Corona la ciudad de Cartagena,
perteneciente al adelantado de Murcia, Pedro Fajardo, los Reyes
Católicos le dieron en permuta las villas de Vélez-Blanco y de Vélez-Rubio, pueblos mudéjares y fronterizos al reino de Murcia. A ambos se le otorgó el rango de Marquesado. Inmediatamente comenzó la obra de construir un palacio señorial que albergara la nueva capital. El estilo era italianizante y cargado de mármoles de Carrara y Macael y piedras de cantería bien labradas.
Las obras comenzaron en 1505 y finalizaron en 1515.
Música original de Tamara Honstetter para el documental
Orgulloso el viento hería sobre el Castillo de Vélez-Blanco, de Justo
Pageo. Producción Promico Imagen en colaboración con el Ayuntamiento de
Vélez-Blanco.
Dos siglos de expolio
Tal y como describe el historiador Alfonso Ruiz en su libro El Castillo de Vélez Blanco
(Revista Velezana,1999), el expolio del Patio de Honor y de toda la
zona residencial se inició en el siglo XIX tras la extinción del linaje
de los Fajardo y el traspaso de la propiedad del castillo y del señorío
a los duques del Infantado y Medinasidonia. Esto significó la
desaparición paulatina de las partes ornamentales principales y más
atractivas del edificio "en manos de vecinos de la localidad y de los
mismos propietarios".
El historiador se muestra partidario de
encontrar un uso al castillo más allá de las simples visitas
turísticas. "La Administración autonómica debe llegar a un acuerdo de
compraventa con el propietario o bien recurrir a un proceso
expropiatorio y, después, formalizar un convenio con el Ayuntamiento de
Vélez Blanco, si no tiene una propuesta propia de uso, para garantizara
el contenido y función del castillo", sugería el autor hace cuatro
años. La situación, desde entonces, no ha cambiado un ápice en el
municipio.
Hoy, los elementos originales del castillo pueden contemplarse
repartidos por diversos museos: el patio renacentista, en el
Metropolitan Museum of Art de Nueva York; los bajorrelieves de madera,
en el Museo de Artes Decorativas de París; la puerta de bronce que daba
paso al castillo, en el Museo de Louvre de París; y las armas y
pertrechos para las labores defensivas, en el Museo del Ejército de
Madrid.
La exposición que proyecta el Instituto de Estudios
Almerienses (IEA) con los bajorrelieves en madera del castillo,
hallados hace tres años en el museo parisino, ha aumentado la sensación
de desamparo de los velezanos tras la esquilmación de su historia.
El Castillo de los Marqueses de los Vélez o Castillo de Vélez-Blanco lo manda construir el Adelantado de Murcia don Pedro Fajardo y Chacón
nombrado Marqués de los Vélez (Vélez Blanco y Vélez Rubio) como permuta
por la plaza de Cartagena, que le pertenecía en señorío y que los Reyes
Católicos deciden incorporar a la Corona.
Cuando Pedro Fajardo se instala en Vélez-Blanco,
fija aquí la sede de su nuevo señorío y emprende la construcción de su
castillo-palacio sobre los restos de una antigua e importante alcazaba
islámica que se levantaba en el cerro que domina la villa; un lugar con
asentamientos humanos desde muy antiguo donde han sido halladas monedas
romanas y numerosos restos constructivos de murallas, aljibe y
mezquita.
En 1506 comienzan las obras del nuevo castillo sobre los restos de la antigua fortaleza, acabándose poco después, en el año 1515.
Su construcción se inicia con una primera fase de estructura gótica,
que pronto se cambia a otra de estilo renacentista, símbolo de los
nuevos tiempos y de una nobleza más culta que rompe con la vieja
tradición medieval y muestra el espíritu de los tiempos modernos. Así,
frente al gótico oficial seguido por la monarquía y por la iglesia,
este castillo-palacio representa un claro ejemplo del avance humanista
emprendido por la nobleza, que en Andalucía se corresponde con otro
gran ejemplo de avance arquitectónico como es el vecino Castillo de Calahorra de la provincia de Granada.
Constructivamente el castillo consta de dos zonas bien
diferenciadas, una primera situada hacia el sur, de planta rectangular,
queda separada de la segunda, el núcleo principal del castillo, de
planta exagonal con torreones de protección en los ángulos. La unión
entre las dos zonas se realiza a través de unos arcos que protegen la
pasarela de entrada donde en principio debió quedar el puente levadizo.
El denominado Patio de Honor de este castillo es una de
las obras maestras del primer renacimiento español junto con las del
citado Castillo de Calahorra, propiedad de don Rodrigo de Vivar y Mendoza pariente de Pedro Fajardo, quien tras la visita en 1512
a las obras del palacio granadino decide el giro estilístico hacia el
clasicismo que surge en éste, inicialmente comenzado en estilo
goticista.
Frisos
El resultado es un magnífico patio renacentista de planta alargada y
algo irregular, donde destaca la rica decoración escultórica que
presentan los intradós y las enjutas de los arcos rebajados, así como
en las cornisas, los pilares de la balaustrada; los capiteles y sobre
todo los marcos de ventanas y puertas. En ella abundan los grutescos,
figuras fantásticas que combinan elementos animales y vegetales,
propios del arte de la Italia del Quattrocento.
El ala sur de este patio presenta doble galería de cinco arcos
rebajados de transición al renacimiento, con escudos de los Fajardo y
los Cuevas en las enjutas.
En este castillo residen los Fajardo durante el siglo XVI
y hasta finales del siglo siguiente, cuando acaba su línea de sucesión
directa. Durante los años siguientes se usa como residencia con cierta
irregularidad, llegando su decadencia en el siglo XIX con la ocupación francesa y los cambios sociales del país. A partir de 1904
inician sus propietarios el vaciado de sus elementos de valor, siendo
vendido su patio renacentista en ese mismo año al francés J. Goldberg,
quien lo pasa primero a Marsella y luego a París. En 1945 y tras la muerte de su siguiente propietario es cedido al Museo Metropolitano de Nueva York, donde más tarde quedó montado tal como puede verse en la actualidad.
Un aspecto importante de este castillo es su enorme Torre del Homenaje,
de casi veinticinco metros de altura, elemento emblemático del castillo
y símbolo del poder de su propietario sobre todo su señorío. De base
macizada en piedra y estructura por pisos, contaba con escaleras
desmontables en madera, que podían eliminarse en caso de peligro
aislando su nivel superior como último lugar de defensa.
Otro detalle singular del castillo es la proliferación de elementos
decorativos en él, como las características esferas que aparecen
rematando sus almenas.
El edificio se ha ido restaurando en fases sucesivas durante la segunda mitad del siglo XX,
reconstruyendo los pisos de sus torres e intentando devolver en parte
el esplendor que tuvo en épocas pasadas a este símbolo importante del
patrimonio andaluz.
Música original de Tamara Honstetter para el documental "Orgulloso el viento hería " sobre el Castillo de Vélez-Blanco, de Justo Pageo Ruzafa . Producción Promico Imagen en colaboración con el Ayuntamiento de Vélez-Blanco.