El diario británico The Sun dio a conocer la historia del pequeño Ardi Rizal, quien a sus dos años puede llegar a fumar más de 40 cigarros al día, vicio que en gran medida adquirió por la mala influencia de su padre, Mohammed Rizal, ya que fue el culpable del primer contacto del bebé con el tabaco:
“Si no le damos cigarros se enfada y grita, golpea su cabeza contra la pared. Me cuenta que se siente mal, como enfermo”, señaló la madre de Ardi, quien de esa forma justificó que no hayan hecho nada para alejarlo del vicio.
Tras darse a conocer la noticia del bebé radicado en Banyuasin Musi, Indonesia, causó cierta conmoción entre la población y las autoridades, siendo estas últimas las que incluso han buscado incentivar a la familia para que ayuden al pequeño, llegando incluso a ofrecerles un automóvil.
Organizaciones de defensa de los derechos de los niños en Indonesia han comenzado a debatir abiertamente sobre los daños para la salud que provoca el humo, en un país donde un tercio de la población es adicta al tabaco y los cigarrillos sueltos se pueden comprar por unos pocos centavos.
Seto Mulyadi, presidente de la comisión de Indonesia para la protección de la infancia, culpa de esta realidad al aumento de la publicidad agresiva y a los padres fumadores.
Piden la promulgación de “una ley para proteger a los niños y evitar que se conviertan en fumadores pasivos”.
A pesar de que en México es un tanto raro que un niño fume, en el país asiático es demasiado común, a tal grado de asegurarse que un 25% de los menores de 15 años han llegado a tener contacto con el tabaco.