Hadas de Lujo
En contraste con las hadas rurales, que habitan en los bosques, ríos y montañas,
los más nobles seres de esta raza, considerados como los descendientes de las antiguas divinidades paganas,
viven en suntuosos palacios de cristal bajo la tierra
, en las profundidades del mar o en míticas islas y en cuyos amplios salones,
espléndidamente iluminados, ocultan y protegen fabulosos tesoros de la ambición humana.
Son hadas de extrema belleza, de gran poder y de un talento excepcional para la música.
Pasan el tiempo en fiestas, cacerías y cabalgatas y se desplazan
siempre formando un majestuoso cortejo precedido por la pareja real sobre un carruaje de oro.
Éstas aristócratas hadas se sienten especialmente atraídas por la belleza, la diversión y el lujo.
En sus banquetes, sobre mesas rebozadas de guirnaldas de flores,
las hadas degustan sabrosos manjares con cubiertos de oro y plata,
adornados con piedras preciosas, y beben en copas del cristal más fino,
envueltas por una música suave que es la expresión misma de la sensibilidad de su reino.
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