Dríadas
Son hermosas y gráciles, se reconocen por sus pasos veloces y sus palabras certeras.
Siempre responden con inmediatez y justeza,
y llegan enseguida a los lugares donde las necesitan.
Cuando se aparecen a los hombres, de sus ojos salen rayos dorados;
su mirada es irresistible y hace sentir en las pupilas el calor del sol.
Las dríadas de las miradas de oro pueden bendecir
con riquezas aquel q quien quieran beneficiar,
o derretir hasta la muerte a quien quieran castigar.
Las dríadas de los bosques viven en los pétalos de las flores, o entre las piedras
que abandonan los arroyos en los cauces secos.
Cantan con voces claras y susurrantes, y
sus canciones se funden con el zumbido de la brisa entre las hojas.
Por su parte las ninfas viven en los huecos de los árboles y su existencia dura tanto
como el árbol que habitan.
Por eso, buscan con detenimiento el tronco donde quedarse,
cuidan con esfuerzo los árboles y el bosque como si cuidaran su propio cuerpo.
Saben mejor que nadie que la naturaleza tiene que ver con su vida.