Sapo Fierro
Aquí me puse a vivir, con mi sapa y mis sapitos, en este aljibe infinito; cuanto más fijo mejor, que al sapo muy picaflor lo cazan como chorlito.
Yo nací en una laguna y mi cuna fue de lodo, cosa de ningún modo me puede desmerecer, que a la hora de nacer renacuajos somos todos.
A este fondo no rodé, me mudé con gran trabajo. Yo no soy un estropajo ni por desidia me hundo: no es lo mismo ser profundo que haberse venido abajo.
Aquí estoy entretenido como gato en almacén. Me gusta pasarlo bien, quieto y con economía, que sapo que anda en la vía no lo para más que el tren.
Yo tengo una picardía cuando suena la roldana: me escondo de buena gana para salvar mi pellejo, que el sapo sabe por viejo pero más sabe por rana.
Aquí me voy a plantar profundo como carozo. Yo le digo al veleidoso que por variar se desvive: sapo que cambia de aljibe siempre es sapo de otro pozo.
María Elena Walsh
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