EL MUNDO DE LAS HADAS
Si una cosa es cierta, es que en el mundo de las hadas, una cosa que no puede faltar, y que de hecho no falta, son las flores. Les gusta, les encanta y no podrían estar sin ellas. Por otra parte en su mundo, que suelen ser bosques tupidos y espesos para poder jugar y pasar desapercibidas, tambien necesitan descansar, y esto lo hacen en colinas huecas, minas antiguas etc., donde suelen ir en grupos como si fuera una peregrinación. A diferencia de los duendes, éstas se pueden dejar ver, si bien no les gusta que se las mire fijamente, sino más bien de forma discreta. A pesar de todo, siempre es buen consejo, el evitar esos lugares habitados por esas criaturas, pues recordemos que no viven solas y a veces los menudos, geniecillos o tambien llamados duendecillos de las hadas, se pueden irritar y querer lastimarnos. El físico de las Hadas es muy parecido al de los humanos, si bien se delatan por su tamaño, sus alas en la espalda, y por si esto fuera poco, por el ir revoloteando sin ropa ninguna, pues ellas, forman parte de la naturaleza.Al igual que las flores, tambien sienten pasión por la música, siendo estas muy diestras en el manejo de diferentes instrumentos musicales, y sus bellas melodias. Son conocidos tambien los infatigables bailes con música llamados "corros de las hadas", las cuales estas formando un corro bailan y bailan incansablemente durante 7 ños, según el calendario terrestre. Este es un momento en que hay que evitarlas a toda costa, pues si ven que las observamos, no cogeran y obligaran a bailar con ellas hasta caer agotados y moribundos. Y por último comentar, que las hadas, sea cual sea su tamaño, aspecto o manera de ser, tienen algún genero de facultades y poderes que pueden dar las suerte o desgracia a voluntad. Se ofenden con mucha facilidad, por lo que las desgracias recaen sobre aquellos que cuando las ven, intentan tomarse demasiadas libertades y/o amistades con ellas. Algunas de las hadas son particularmente muy malignas, y resultan más mortales, por su belleza y apariencia dulce, que atrae a los incautos para llevarlos consigo hasta una muerte horrible y prematura.
El Reino de las hadas
AVALÓN EN DONDE NADA ES REAL Y TODO ES POSIBLE
Había una vez hace mucho tiempo en lo que hoy se conoce como Gran Bretaña un rey conocido como Arturo con la idea de levantar un reino donde la ley resultase igual para todos los hombres. Esta es la idea primordial que rodea a la leyenda del Rey Arturo, el mismo que extrajo la espada Excalibur de la roca y discípulo del Mago Merlín.
Ávalon o Avalón es el nombre de una isla legendaria de la mitología celta. Se ha dicho que palabra Ávalon es una adaptación de la palabra celta Annwyn, que designa al legendario reino de las hadas, pero, ya en el siglo XII, Geoffrey de Monmouth argumentaba que el nombre deriva de la traducción de "isla de las manzanas". Esto es altamente probable, debido a que, en el idioma bretón, manzana se dice aval, y en idioma galés se dice afal (con la pronunciación de la "f" como "v"). Avalon es pues, el reino de Morgana, quien ejerce su poder rodeada de sus nueve hermanas hadas, que tienen el don de poder transformar su aspecto físico. Morgana misma puede transformarse en cuervo, o en corneja. Avalón será pues la morada a la que el hada Morgana lleva a su hermano el rey Arturo mortalmente herido en la batalla de Camlann, para mantenerlo "dormido" hasta que los tiempos permitan su regreso al mundo de los mortales.
Las leyendas del rey Arturo
Tal vez el personaje más importante dentro de la tradición celta, el rey Arturo fue probablemente desde el punto de vista histórico, no más que un modesto caudillo guerrero que vivió hacia el año 500 d.c. en el tiempo en que los bretones luchaban contra los invasores sajones. Es posible que los exitos del Arturo histórico fueran tantos que la leyenda fuera invandiendo el recuerdo exagerando notablemente sus proezas y elevándolo a personaje mitológico. Arturo, que significa "que tiene aspecto de oso", adquirió todas las características de una divinidad de acuerdo a la tradición celta. Entonces el mito transformó al personaje, especialmente en el Cornaualles británico, de donde era originario, así como también en el sur del país de Gales. A partir de entonces, el mito pasó, a través de relatos a otros países celtas, relatos que fueron recuperados en el siglo XII por historiógrafos y novelistas franceses auspiciados por Leonor de Aquitania y Enrique II Plantagenet, quienes pretendían ser los herederos del rey Arturo. De este modo, se explica el nacimiento y la difusión a través de varios países europeos lo que se conoce como las novelas de la Tabla Redonda o el ciclo artúrico. El esquema primitivo se completa con otros mitos de origen celta que sumados convierten a Arturo en el símbolo del universo celta de modo tal que todo gira en torno a la figura del rey. El poder del rey en el contexto celta emana de su presencia aunque éste esté sin actuar. Esto explica el aspecto de dios equilibrador del mundo natural y de las fueras sociales que emana de Arturo en los textos del siglo XII, de ahí también la asociación con Merlín, el mago, cuya imagen refleja al antiguo druida. En definitiva, Arturo y Merlín conforman la famosa pareja mago-druida sin la que ninguna sociedad celta puede existir y que se corresponde en la mitología hindú, al doble caracter de la función real y divina que representan Mitra y Varuna.
La tabla redonda
En todas las novelas de la Tabla Redonda, el rol de Arturo es ciertamente pasivo. En efecto, sus caballeros son quienes actúan en su nombre, es más, la reina Ginebra es la que detenta la Soberanía. Se considera que el antecedente más arcaico de Arturo aparece en el relato galés Kukhwch y Olwen. En este relato, Arturo no es todavía un rey cortés rodeado de caballeros, sino un caudillo completamente rodeado por personajes de la mitología celta: guerreros y magos. A la medida que el mito se moderniza, se va transformando la imagen del rey. Arturo toma pues, los atributos de un monarca feudal y su corte es el espacio en el cual los espíritus cultivados combinan lo mundano con la valentía. Sin embargo, Arturo sigue siendo un personaje de la tradición popular, sobre todo en Cornualles. Arturo, símbolo del poder perdido de los celtas, no puede haber muerto, permanece en la isla de Avalón , o el paraiso de los celtas; o quizá en alguna gruta... o en algún lugar de la isla de Bretaña. Algún día, el rey volverá y con él, la unidad del mundo celta. De esta manera, se reconstruiría una sociedad de tipo horizontal, definitivamente contraria al espíritu romano. En esa sociedad, cada uno encontraría la libertad y la independencia en una gran confederación de pueblos ligados por intereses comunes.
Avalón, un espacio/tiempo mágico
Arturo descansa en paz en Avalon, custodiado por cuatro reinas hadas. Fata Morgana, de negro, consulta su libro de artes mágicas para curar las heridas del Rey "inmortal". En segundo plano, Merlín y la Dama del Lago. "La muerte del rey Arturo", James Archer . Avalón que etimológicamente deriva de "manzana" en celtíco, se refiere a la isla mágica en la que los mazanos dan frutos durante todo el año. En el texto latino de Godofredo de Monmouth Vita Merlini (siglo XII), la isla recibe el nombre de Insula Pomorum. Es Avalon el reino de Morgana, quien ejerce su poder rodeada de sus nueve hermanas hadas, que tienen el don de poder transformar su aspecto físico, a menudo en aves. El mito dice que Morgana puede transformarse en cuervo, o en corneja. Se asimila pues al relato irlandés de Morrigan o de Nondh, una Thatha De Danann, que a menudo aparece con forma de corneja. Avalon es un espacio similar a las "galisenas" de la isla de Sein, donde profetizas y magas se comunican con autores griegos y latinos. El tema aparece también en la "Isla de las mujeres", Emain Ablach (Emain de los Manzanos), de la que navegantes irladeses trajeran relatos fabulosos. La Isla es en efecto, reciclada para la leyenda del ciclo artúrico. Avalón será pues la morada a la que el hada Morgana lleva a su hermano el rey Arturo mortalmente herido en la batalla de Camlann, para mantenerlo "dormido" hasta que los tiempos permitan su regreso al mundo de los mortales. Cabe destacarse que posteriormente, bajo influencia del cristianismo (monjes cluniacienses) y también por voluntad de Enrique II Plantagenet, los monjes de la abadía de Glastonburry pretendieron que un lugar, que era una suerte de isla en medio de las ciénagas, era la mítica isla de Avaloón. "Descubrieron" pues en ella, la tumba de la reina Ginebra y la del rey Arturo, que aún hoy pueden hallarse entre las ruinas del antiguo monasterio.
Ginebra y Morgana
Ginebra es coronada Reina de Mayo con una guirnalda. En la Fiesta de Mayo, Arturo y sus caballeros celebraban juegos y torneos. Ginebra, la esposa del rey Arturo ha alcanzado la celebridad gracias a sus amores con Lanzarote del Lago ya que precisamente, es por él que se produce la ruptura entre el rey y su caballero, debilitando a Arturo y precipitando su desaparición.
Una reina de muchos amantes
Desde la perspectiva de los textos galeses y franceses más antiguos, la historia es algo más compleja. Aparentemente, ella habría tenido otros amantes antes que Lanzarote (personaje introducido tardíamente en el esquema primitivo de la leyenda). En este sentido, Ginebra es comparable a la reina Medbh de Conaught, que tenía amores con los guerreros de los cuales su reino dependía. En la lista de amantes estaban: Edern, Kai, Meleagant y Mordret. Ginebra representa pues, la Soberanía, de modo tal que como prostituta sagrada dispone de su soberanía confiándose a los guerreros que velan por tal. Ya que son ellos y no otros los que realizan las hazañas necesarias en nombre del reino que la Ginebra encarna y simboliza. En otros textos, de origen insular, se reflejan tres imágenes diferentes de Ginebra, con las que Arturo se habría casado sucesivamente. La tercera, tendría el aspecto de una vieja anciana que Arturo transformaría en una mujer bella para poder vencer la repugnacia que le producía la obligación de besarla. Es este un tema corriente de las leyendas irlandesas a propósito de la designación del rey, el cual debe optar por la Soberanía, más allá de las apariencias.
La discípula de Merlín
Morgana es la hermanastra del rey Arturo, hada de temibles poderes que odia a Ginebra puesto que está enamorada de Lanzarote, al que persigue permanentemente antes de vengarse de él. Es por ello que echa un conjuro maldito al "Valle sin retorno" e intriga notablemente contra Arturo. Pero cuando éste resulta malherido en la batalla de Calman, decide llevárselo a su reino en la isla de Avalón (visión celta del Otro Mundo), y mantenerlo dormido hasta tiempos más auspiciosos. El nombre de Morgana proviene de una voz bretona "Morigena", que significa "nacida del mar", lo que refiere a una divinidad vinculada al océano. Aunque hay quienes señalan que su nombre deriva del gaélico "Morrigan", cuyo significado es gran reina.
Merlín
Merlín junto a la dama del lago (Fragmento de "La muerte del rey arturo" James Archer
Se cree que el personaje literario de Merlín tuvo su antecedente en una persona real que vivió setenta años después del Arturo histórico. Aparentemente, habría sido un pequño rey entre los bretones del norte en la baja Escocia, quien enloqueciendo tras la derrota en una batalla, se refugió en los bosques víctima de un delirio místico. Luego la leyenda se apoderaría de él y lo convertiría en un personaje. Diversos elementos mitológicos se sumaron a la composición de su personalidad:
a. El tema del "loco" inspirado por la divinidad
b. El tema del hombre salvaje, recluído en la marginalidad de la civilización, señor de los animales y equilibrador de la naturaleza
c. El tema del niño recién nacido que habla revelando el porvenir
d. El tema del mago
En la versión elaborada de la leyenda, Merlín es el hijo de un diablo íncubo, lo cual explica su poderío sobrenatural. Cuando Merlín se opone al rey usurpador Vortigern, este sirve y aconseja a Emrys Gwledig y se convierte en el consejoro permanente y mago titular de Uther Pendragon. Así pues, hace que éste último engendere a Arturo y logra que éste sea reconocido como rey entre los bretones. Merlín será quien lo aconseje y lo ayudará a llevar adelante su empresa. Se dice que Merlín es el druida total, ya que, dotado de enormes poderes, conforma junto con el rey una pareja sagrada cuyo destino es regir a la sociedad. El nombre Merlin proviene probablemente de la palabra francesa merle (mirlo), como consecuencia de una contaminación fonética con el nombre galés Myrddin. La leyenda de Merlín fue integrada a la tradición artúrica a comienzos del siglo XII por el clérico galés Godofredo de Monmouth. Entre los personajes que influyeron en la imagen definitiva de Merlín pueden mencionarse el irlandes Suibhne, el escocés Lailoken y el galés Gwyddyon.
Lancelot y Ginebra
Su relación amorosa con la reina Ginebra, genera un escándalo que lo obliga al exilio. Al regresar con su clan en Armorica, provoca un debilitamiento de la sociedad artúrica.
Lancelot, algunas interpretaciones sobre el personaje
Una tesis reciente, ve a Lancelot como una apología heróica de un hermitaño del siglo VI, San Frambaldo o Framburgo que dió lugar al nacimiento de la comarca del Passais, en la frontera del Maine con Normandía. Pero en realidad, Lancelot du Lac, cuyo verdadero nombre es Galaad, no sólo es el modelo perfecto del caballero contés sino también la imagen heroica de una antigua dividad celta: Lug. Sulen señalarse mucho puntos en común con el héroe irlandés Cuchulainn: No pertenece al reino de Arturo, puesto que es extranjero y no obstante el reino de Arturo no puede subsistir sin él. Esto hace del personaje una suerte de divinidad "sin función" como Lug, o lo que se denomina el "múltiple artesano" en la tradición irlandesa.
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