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El rincón de la poesía: ALEJANDRO STORNI - UNA ENTREVISTA ÚNICA
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: 2158Fenice  (Mensaje original) Enviado: 06/03/2010 07:13
ENTREVISTA CON ALEJANDRO STORNI HIJO DE ALFONSINA STORNI
EN EL CAFÉ TORTONI, EL 16 DE AGOSTO DE 2002

Alfonsina Storni fue una mujer adelantada a su tiempo. 
(Cortesía Alejandro Storni)
 
 
 
En 1996, Alejandro Storni, hijo de Alfonsina, visitó sus familiares de San Juan. En esa ocasión, se realizó una recepción en casa de Irma Storni de Baca.
De izquierda a derecha se ubicaron, parados: Iris Storni de Rubini, Irma Storni de Baca,
Alejandro Storni, Walter Storni, Néstor Arturo Storni.
Sentados: Magda Arturo Storni, la esposa de Alejandro,
Estela Bargas de Correa Arce, y Hugo Arturo Storni.
 
Participaron:
AS:     Alejandro Storni
PT:      Perla Taá - Directora
AMR: Ana María Ruschioni - Prosecretaria
CCS:  Cecilia C. Santoro - Bibliotecaria
Una vez presentados, comenzamos una charla que seguramente será inolvidable por el contenido emocional
que significa acercarse a significativa personalidad de nuestra cultura, a través de las dulces y firmes palabras
de quién más sabe de ella, su hijo....
PT  - Agradecemos que usted haya aceptado este encuentro.
AS - Siempre acepto hablar sobre mi madre.
         En uno de estos encuentros, cuando yo llegué había una sola persona esperándome.
         Yo me dije " paciencia". Yo no lo conocía . Era el hijo de la Presidente de la Sociedad.
         Él me dice entonces " Storni, mamá me dijo: "Si Storni dijo que va a venir, él viene.""
         Me llevó con el auto hasta el lugar, y fue una gran emoción cuando la gente aplaudía tanto.
         Me di vuelta para ver a quien aplaudía... Era a mí. Sabía que cuando yo decía una cosa la cumplía.
AS - Una vez el Intendente de Mar del Plata tuvo el mal gusto de invitarme a una charla.
        Yo ya había hablado en cuatro lugares distintos. ¿Sabe qué es eso?.
         El intendente eligió para visitar la SADE y a Alfonsina la puso de lado.
         Yo le dije " hágame un favor, no me invite más.
         Donde Usted vaya, yo no voy a volver". Ahora lo echaron.
         Cuando uno va a un lugar se hace la fama que merece o que no merece.
         En Miramar, cuando voy, parece que llegara a la casa donde nací. Letreros, carteles,......
         A mí me llega. Pero, yo soy el hijo de Alfonsina Storni, y no su representante legal.
         Si una persona me pregunta si soy su hijo, le digo "si, soy el hijo".
         Ahora si no me pregunta,no le digo nada.
         Una vez, estaba en un café muy pobrecito, pero donde atendía un mozo muy bueno.
         Él atendía a las personas muy bien, sobre todo a las de más edad. Un día me preguntó:
         "¿Usted como se llama?".Yo le contesté : " Gravioto." Él era un jugador de Independiente
          y yo soy de Independiente.
          Él me gusta como jugador ya que es de los que sudan la camiseta.
          No hacen pruebas,sólo saben jugar.
          Pasaron tres años, en tal forma que yo seguía siendo " Gravioto" y yo contento
          con el nombre que me había puesto.
          En una oportunidad vino el dueño con una revista VIVA donde en su tapa yo estaba junto
          a la cara de Alfonsina.
          Entonces me dijo "¿Porqué no me dijiste que eras el hijo de Alfonsina?"
          Y yo le contesté " ¿Así es más barato el café?
         ¿Qué diría usted si yo hubiera entrado y hubiera dicho
          " Rápido, un café que yo soy el hijo de Alfonsina Storni?".
          Hubiera dicho que soy un engrupido.
          Yo soy Don Gravioto y la revista guárdela en el recuerdo.
CCS -Pero conociendo a su madre eso no podía ser.....
AS - M'hija, hay quien se ha " engrupido" con mucho menos.
        Yo conocí al hijo de un escritor que a la casa no entraban más que mujeres.
        Cuando yo cito a un lugar,
        debe ser bien visible, yo no pierdo nada, la que pierde es la mujer.
        Ese tipo.... no sería muy bueno lo que quería.
        He conocido también a otros envanecidos, y a algunos, que hasta se han suicidado,
        por no haber podido llegar a ser lo que querían ser, o lo que habían sido sus padres.
        Mi madre nunca me hizo hacer ni una cuarteta, nunca me corrigió un cuaderno.
        Me decía " hay una cosa mal acá, buscala", todo lo que yo hacía era mi trabajo.
        Yo me eduqué así por ser el hijo de Alfonsina Storni.
Me ayudó que yo jugaba muy bien al fútbol, me buscaban de todos lados.
        Y me ayudó mucho mi madre,
        porque me decía: " No te juntes sólo con hijos de médicos, de ingenieros,
        porque gente buena hay en todos lados"
        De tal forma que había un conventillo cerca de mi casa y me preguntaban "
        ¿Cómo usted sabe tanto?".Y yo contestaba " porque conozco a la Doña, a los gallegos,
        a los chinos...., yo  los conocía a todos.Conocí la vida una por una.
Una persona para vivir en Buenos Aires debe ser muy avispada.
          Fíjese hace tres años me paró en la calle  un señor y me dijo
          "¿No me compraría una camisa, es robada?" Yo le contesté " generalmente
          no compro cosas robadas,y mucho menos " pecheras " robadas.
          " No era una camisa, era una pechera y cuando uno las abre se da cuenta.
          Bastó que le dijera eso que salió a mil.
En la vida hay que conocer todo, sino uno no sabe nada. Es engreído o se hace.
          Como Borges, un compadrito que no conoce nada.
          Yo andaba por todos lados del centro y nunca lo ví.
          Él vivía a cinco cuadras de mi casa. Yo lo tengo como un escritor, sólo como un escritor.
          Uno debe vivir con un colador en su mano.
         A mí lo malo se me fue y lo bueno que pude lo recogí.
Cuando me casé, yo era muy amigo de Troilo, de Fiorentino, y los invité a mi casa,
          mejor dicho yo me casaba en la casa de mi mujer.
          Mi mujer era muy inteligente así que los trató bien,
          " si son amigos tuyos...", lo más gracioso que en el salón veo a una mujer,
         que era bailarina, sentada al lado de la directora de mi mujer...que si le dicen que
         trabajaba  en un cabaret, que tomaba una vela en el desayuno,a la tarde y a la noche...
         Era una buena persona, y a cada uno hay que respetarlo.
          Fiorentino era muy mujeriego y para no equivocarse a todas las novias les decía " Pirucha"
PT - ¿Tiene hijos?
AS - Sí, tengo dos hijos, cuatros nietos y dos bisnietos. Con uno de mis bisnietos
        tengo la manutención asegurada.
        Él, en Miramar, recorría todas las carpas pidiendo qué comer.
        Le daban galletitas... Es un atorrante.
CCS-¿Por qué Miramar ?
AS - Me encanta, es tranquilo y yo no soy nada rabioso y acepto lo que se me ofrece.
CCS-Es verdad, haber aceptado hacer una entrevista con  una bibliotecaria que lo llama por teléfono lo demuestra.
AS - He aceptado siempre entrevistas, he ido a tantas bibliotecas.
CCS-Yo tenia temor de ser atrevida.
AS -No, ayer estuve hablando media hora sobre Alfonsina, con una persona por teléfono.
PT -¿Que otros valores le inculcó su mamá?
AS - No ser racista, yo no estoy en contra de los judíos, por ejemplo. Estoy en contra de las personas que
         no me satisfacen. Así era Alfonsina, ella no era débil, no era nada vanidosa.
        Un día cuando yo tenía doce años, le dije  que ellla era " la mejor POETISA de América".
         Ella se puso furiosa y me dijo " eso lo puede decir sólo un ignorante y yo no quiero que seas un ignorante.
         ¿Te has olvidado de Gabriela Mistral?". Mire si me voy a olvidar.... Yo le abrí la puerta de mi casa.
          Ni sabía quién era. Le dije a Alfonsina " mamá una Señora que se llama Gabriela MIstral
         "Cuando iba a empezar el Nacional,
          hasta los catorce años no se entraba. Yo ya había aprobado
         sexto grado y tenía doce años. Mi madre se iba a Córdoba porque Ingenieros (su médico),
         la había enviado a Los Cocos por su salud. Él le había dicho " si usted tiene la enfermedad que cree,
         se va a curar; y si tiene la que yo creo, también." Ella tenía neuralgias, tenía stress
         Ella no era nada vanidosa. Una sóla vez la vi a mi madre emocionada por un halago.
         No le gustaban nada de verdad. Un día cosa rara, ellla me contó que en el año '37, sí, porque murió en el '38,
         estaba en la Costanera y allí había mucha gente que lavaba la ropa, sobre todo negras.
         Pasó una lavandera, y cuando ella salía le dijo " usted es Alfonsina permítame que le agarre la mano"
         Cuando Alfonsina sintió esa mano tan trabajada, se le cayeron las lágrimas. Aceptó el elogio de esa mujer,
         pero no lo hubiera aceptado, por ejemplo en la calle Florida.
         Mi madre me llevaba a mí a pasear y me compraba un libro de Salgari, para mí el más grande,
         y que me disculpen los que llegaron después. Mi madre era muy firme. Si me portaba mal,
         me decía: " el domingo no salís " y, ¿Por qué me importaba tanto? ... porque jugaba Independiente.
         Yo sufría pero lo aceptaba. En casa, las muchachas que trabajaban me querían dar la plata,
         (para ir al partido) pero yo no la agarrraba. Mamá era firme y dulce. Pero cuando decía "no", era no.
         Vamos a hablar un poco más de Alfonsina. A mi madre la habían nombrado jurado. Era la primer jurado mujer
         que se nombraba en el país. Había leído cómo quinientos libros.....Era terrible para leer.
         El intendente Municipal " hace " ganar el premio a un amigo. Ella le dice al presidente del Jurado
         " Usted es un vendido. Se ha vendido a la amistad, que es una forma de venderse. Yo tengo acá el libro
         que el tiempo va a decir que era el ganador. Usted lo conocería si lo hubiera leído, pero, como no leyó,
         no lo tuvo en cuenta. Hubiera sido simpático que usted lo hubiera leído "
         Les voy a contar una anécdota. Yo estaba con Capdevila, Quinquela Martín, Quiroga, yo los conocía
         porque estuvieron en mi casa. Eran personas comunes. Sabía que eran grandes escritores pero nunca
         se hablaba de ellos. Hacían comidas, a veces cocinaba  Alfonsina en la casa de la calle Córdoba y Esmeralda.
         Eran personas comunes. Alfonsina ganó dos premios con el mismo libro, uno nacional y uno municipal,
         y nunca dijo "soy artista".... Al único que no quería nadie era a Borges.
         Si él tiene pico... yo también y más si hieren a mi madre. Un día se me dió. Llamó un médico de una fundación
         y me dijo que quería que yo hablase. Acepté. Cuando subía la escalera del lugar, venía Borges con su mujer.
         Yo lo dejé cruzar y mi acompañante le dice "¿Conoce al hijo de Alfonsina Storni?"¿Cómo no lo voy a conocer?"
         contestó Borges. Yo le respondí " Conoce al hijo y no conoce a la madre. Usted dijo que no la conocía respecto
         a sus obras. Mire con mi madre no haga chistes, no se meta con mi madre. " Pero ahí no terminó.
         Cuando llegué a mi casa, mi mujer me preguntó cómo me había ido y yo le dí a pensar quién había sido la
         persona que más me había aplaudido. Fue Borges. Es mentiroso. Él estuvo en mi casa el año que nevó en Bs Aires,
         pero no el día que nevó. Yo nací en el '12 y en ese momento tenía seis años y con mucha memoria, ahora tengo
         noventa y también.
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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: 2158Fenice Enviado: 07/03/2010 06:00
SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA CON ALEJANDRO STORNI
 
Participaron:
AS:     Alejandro Storni
PT:      Perla Taá - Directora
AMR: Ana María Ruschioni - Prosecretaria
CCS:  Cecilia C. Santoro - Bibliotecaria
 
 
PT  - ¿Cuál era el ideal de hombre que Alfonsina tenía?
AS -  Nunca lo supe. Creo que habrá sido mi padre. Mi madre tuvo una cosa muy buena: nunca hablaba mal de nadie,
          de mi padre nunca habló mal. Yo lo ví hasta los seis años y era encantador. Una vez me presentó a Alvear.
CCS -¿Hablaron del suicidio?
AS - Últimamente estaba inquieta. Me entregó los recibos de sueldo para que yo, si pasaba algo los cobrara.
         Yo no los cobré nunca. no quise porque eran suyos.Sigo con este libro.
         Y éste se empezó a reir porque me había presentado como a un embajador,
         " mi hijo " dijo. Tenía 14 años. Así era mi madre. Yo nunca le dí motivos aunque era bastante bandido.
         No fuí un "boy scout", lo que decía mi madre lo cumplía. Yo le debo no ser racista. Una vez un conocido me dijo
         "¿Sabés que tengo un amigo judío?". Y yo le respondí " tendrás que aguantarlo como yo a vos,
         que sos un amigo racista".
Las cosa me fueron infltrando como a ella.
         Yo escribía poesías y tenía la letra como la de mi madre.
         Un día ella pasó frente a un escrito mío y pensó que era de ella. Cuando vió que no, me preguntó "¿Vos escribís?"
         Yo tenía 23 años y le respondí que sí, pero que lo hacía para mí. Yo no quería ser como un señor que terminó
         matándose por no ser bueno como otros.Traje algunas cositas relacionadas con lo que quieren saber.
         Son importantes. Este libro..., la autora explica que el cadáver fue encontrado un mes después.
         Fíjese en la foto, mire la cara que tiene, eso no puede ser.
         La encontraron al día siguiente. A veces se falta a la verdad.
        ¿Cómo se puede deslizar en un libro, escrito por alguien que tiene la Biblioteca Nacional
         a su alcance... , porque si vive en el Chaco..., vea esta cara de Alfonsina..., meses después el cuerpo
         no estaría así. Ella el día 24 llegó a la playa. Llovía torrencialmente. Alfonsina se tiró por la escollera y se sabe
         porque quedó un zapato. No hay derecho. Una persona que escribe una biografía no puede mentir.
CCS -¿Dónde está su cuerpo?
AS -   En Chacarita. El mausoleo se hizo con el dinero de la venta del piano de acá (Café Tortoni).
          Acá estaba La Peña fundada por Quinquela Martín. Muchos dijeron que era una estatua al suicidio.
PT - ¿Fue llevada al cine su vida?
AS -  Sí, tres veces. La última es la mejor. A Soledad Silveira yo la puse de prepo. Ahora van a hacer otra.
PT - ¿Responde a la verdad?
AS -  Sí.
AMR-¿Usted tuvo participación?
AS - Sí, tuve participación pero no fui correspondido. Por lo menos hubieran puesto un cartelito.
          A Quiroga lo iban a hacer alto, pero él no era alto.
          Al director yo lo llevé a la casa donde él vivió, la que decían que era un zoológico,
          pero en verdad sólo tenía cuatro animales, nada más.
          Él no sabía dónde había vivido. Después, el papel mío (de hijo) era el hijo de Federico Luppi.
          Yo le dije "Yo soy más futbolista que literato. No me haga un mono".
          A mí como soy, yo no tengo el don del verso. Cada uno es diferente... Alfonsina no pateaba como yo".
CCS -Cuéntenos algo sobre Alfonsina
AS -   Les voy a contar. Una persona fue a dar una conferencia. Estaba pagada por los suizos
          Ella dijo "Alfonsina llegó en 1912, a los 20 años embarazada de un hijo y sola" y me pregunto
         ¿Es esto un homenaje?.En otra oportunidad en Zurich una señora debía dar una conferencia.
          Ella manifestó que se había olvidado el papel con los datos en el hotel.
          Yo le dije: "Yo me ofrezco a enmendar la mala memoria,pero no creo que para hablar de Alfonsina
          sea necesario tener muchas copias,u olvidarlas en hoteles".Ahora hete aquí que esta señora sacó acá,
          en Buenos Aires,elogios de Alfonsina, o bien es una falsa o está confundida.
CCS -Hablemos de sus obras, o de otras que hablen de ella.
AS -  Yo estoy haciendo un libro sobre su vida.
AS - Me encanta. Fue tan luchadora. Les voy a contar que un día Alfonsina me dijo "Yo tengo la desgracia de ser mujer.
         Tú debes conservar la masculinidad toda la vida".
         Yo estaba en sexto grado y un compañero me estaba molestando con una regla en la parte de atrás,
         yo le dije que no me molestara más y él seguía....terminó cuando le dieron siete puntadas.
         Llamaron a Alfonsina, yo le dije "vos me dijiste y yo te hice caso". Mi madre no me dijo nada. Fue a hablar con el director.
         El maestro, Hércules se llamaba, (murió de tuberculosis), me dió la orden de cambiarme de lugar pero yo no lo hice.
         No me sacaron del asiento. Alfonsina me dijo "Se te fue la mano"

Le quiero mostrar este hermoso libro. Se hizo en 1973 en Suiza, en Lugano. Son poesías y tiene el prólogo firmado por todos los que intervinieron. César Tiempo presentó su libro. Fue un día encantador, fuimos a ver la casa de Alfonsina. Yo le tenía mucho cariño a César Tiempo. Una vez hizo poesías con el nombre de una mujer. Yo estaba en una reunión donde se le hacía un homenaje a la señora de Justo, Alicia. Ella y Alfonsina fueron las primeras que hicieron el famoso simulacro de cine. Estaban anunciando la presencia de César Tiempo pero él estaba enfermo. Al ratito el conductor sale al escenario y dice que tiene que dar una noticia grata y era que César Tiempo había mandado una carta. Ésta decía así "Estimado Público: es un honor para mí adherirme a tan merecida reunión, pero mi médico en su infinita piedad quiere que me muera sano."

PT - La segunda parte de su obra, es muy triste. ¿Cuál es la explicación? AS - Un día en Miramar, yo voy todos los años, pusieron un cartel: ¡Bienvenido a Miramar! Siempre doy charlas, la cuestión es que a veces, lamentablemente da lástima lo que he tenido que decir, uno está tenso. Alfonsina no entró al mar caminando, se tiró por la escollera. Muchas veces yo hago algún chiste en la charla. En esa oportunidad les conté este cuento arreglado un poco por mi: Yo iba por la calle y me encontré con un cura amigo y le dije "padre, tengo miedo de ir al infierno". Él me contestó "Qué vas a ir al infierno, si no existe. ¿No te gustaría ir al cielo?". "Me gustaría ¿Pero no sé si podré entrar ?" contesté. "Mira hay dos filas: la más grande y la más chica. Por la chica no, ponete en la más grande que es la de los recomendados. Hasta en el cielo argentino hay recomendados".

AMR-¿Qué poesía le gusta más? AS - Dolor. ¿Le gusta la que está en la placa?

AMR-¿Se hizo al año de fallecida (el monumento en Mar del Plata)? AS -No, en el ´48. Diez años después. Una vez una chica me pidió un verso de Alfonsina porque quería hacerle la música. Era muy joven. Pero pensé "Si Alfonsina a los 19 años se codeaba con todos, ¿Cómo no iba yo a ayudarla?. Al final resultó preciosa. Otra vez una señora italiana me llamó porque quería traducir los versos al italiano. Estaba en italiano y español. Al final ella y su marido nos invitaron a Italia. Hacía mucho frío, sobre todo en la casa. Al día siguiente la señora se ofreció para dejar su propia habitación para mi esposa y para mí. ¡Cómo lloraba cuando yo le hablé y le dije que mi esposa había muerto!

PT -¿Hace mucho que murió? AS - Hace dos años este sábado. Ojalá no llueva porque está enterrada en el Parque Memorial. Ella no quería, una semana antes habíamos estado hablando de ese tema. Pero mi hijo menor había comprado una parcela y hubo que llevarla allí. Es lejos y hay que caminar mucho. Hay carritos para llevar a los ancianos como yo.

PT -¿Qué ideología tenía? AS -Tenía ideología de izquierda. Una vez me dijo que el mundo iba a ser de izquierda. Es raro, yo tenía que ser socialista. De pronto me vine Radical, pero no es lo que deseo en este momento. Le voy a contar algo: una vez me encontré con un compañero de la Normal. Era comunista. Daba la mitad de su sueldo para la copa de leche. Él me contó que sabía que lo iban a echar. A él le habían revisado los cajones. Fue un momento muy malo, el había refugiado a un comunista en su casa. Yo me ofrecí a repartir talonarios (donación) que valían dos pesos. Fuí a ver a una maestra y me dijo: Yo no doy plata para "Maximalistas", yo le contesté "Con los libros de ese maximalista se ha recibido su hija". Me vine loco y con el guardapolvo así sacado fuí a ver al vicedirector y le dije: "Me voy al Consejo de Educación y aquí no vengo más". Finalmente pedí el pase y fuí a la escuela que unos amigos me habían ofrecido".

PT - Muchas de esas cosas se han perdido (solidarizarse)

AS - No hay que desanimarse. Les cuento algo más. Cuando estaba de vuelta en la Argentina, al libro "Ultrateléfono" le dieron el primer premio de Roma. Me gustó mucho que algunos me felicitaran, uno de ellos fue un Remendón (hacía agujeros en un cinturón de mi mujer). En el lugar había un retrato de Alfonsina. El remendón me preguntó "¿La conoce?". Sí es mi madre, le respondí. Él entusiasmado, me dijo que fuéramos a la casa para que me presentara a su mujer; fuimos, parecía un tipo culto, y cantaba muy bien, era tenor. Es lindo saber que uno hace algo con ganas.

CCS -Cuéntenos un poquito sobre la relación de Alfonsina con Horacio Quiroga. AS - Fue posterior al inicio de las reuniones, ya que entró después. Antes estaba Ingenieros, Gálvez... A Quiroga yo lo conocí cuando tenía cinco años, vivía en la calle Agüero, tenía un departamento de esos viejos que alquilaba, había departamentos en los costados de una galería y al fondo vivía el encargado. Alfonsina me disfrazó de doctor. Ahí conocí a Darío y Eglé (sus hijos).

CCS -¿Sus hijos se suicidan? AS -Los cuatro se suicidan y la segunda esposa de Quiroga también. Cuando Eglé se mató yo lo sentí mucho. Me había hablado por teléfono y me había dicho que quería verme, que era importante. Cuando llegué hacía cinco minutos que había muerto. Tomó cianuro. Darío... no sé. Él no escribía como su padre. Cosas que se piensan. Con Horacio, mi madre nunca se hubiera casado. Él no me gustaba a mí y ella nunca me hubiera contradecido. Cuando él estaba en el hospital yo fuí la última persona que lo ví. Él tenía miedo y era una persona muy orgullosa. Irónicamente me dijo: "Vine aquí porque quería ver una exposición de flores".

Él tenía salida en el hospital. Al día siguiente salió, compró cianuro, y era tan corajudo que nadie se dió cuenta hasta el día siguiente que había tomado cianuro. Lo había escondido bajo la almohada y se había dormido.

CCS -¿Usted esperaba el desenlace de Alfonsina?
AS - Sí. No sabía como, pero sabía que se iba para eso. Ella me dejó los recibos de sueldo para cobrar.
Cada uno debe hacer lo que quiere. Si debemos alguna vez que rendir cuenta, lo haremos y si no, no.
Se dice que es una cobardía matarse... Sólo es un momento difícil, que pasa, que la gente tiene...
Ella era muy justa, defendió lo justo.
Había un inspector de escuela que tenía delirio por Alfonsina

¡Que no fueran a hablar mal de ella!.Ocurrió que en una escuela que alguien leyó algo sobre Alfonsina sobre su suicidio,

diciendo que ella tomaba drogas para escribir. Él le preguntó "¿Está usted segura?".

La llevó a la dirección y le hizo información sumarial.Cuando Alfonsina se enteró hizo suspender

ese sumario porque era también una mujer.

Otra vez estaba esperándola en un palco, en el de al lado estaba el director del Conservatorio Nacional

con una mujer amiga de Alfonsina, hablándole mal de ella.

Al llegar Alfonsina, yo que había escuchado todo,le pregunté: "¿Esta señora es amiga tuya?.

Yo te digo que es una Hija de tal por cual y tu director es muy  parecido a ella". En la vida siempre me comporté igual.

Con respecto a Quiroga no sé si hubo un idilio, había un grupo.
Se reunían y Quiroga hacía tallarines con tuco, Alfonsina arroz a la suiza y Centurión, (que hizo bellos cuadros),
lo que tuviera a mano. Eran modestos.

CCS -Cuando yo lo llamé por teléfono no sabía cuál iba a ser su reacción.
        Si usted iba a aceptar mi invitación o la iba a tomar a mal.
AS -Siempre acepté hablar de Alfonsina sobre todo cuando se observa el interés que usted demostró.
        Le voy a contar. En una escuela en Necochea me pidieron que diera una conferencia, yo sólo doy charlas.
        Le dije al jefe de estudios que me diera un cuestionario que yo lo respondía con lo que quería saber.
        A los cuatro días me llama y descubro que había sido alumno mío de sexto grado.
        Al final me envió dos pasajes, el hotel pago y todo.
        Fuimos y me pidió que hablara con los alumnos y padres. Al público hay que ganárselo.
        La escuela estaba recién inagurada y sólo tenía primer y segundo grado.
        Entonces comencé diciéndoles "Chicos voy a contarles cuál fue el día más feliz de mi vida".
        Les conté que estaba en casa con Capdevila y Gálvez (sus padres les dirán quiénes son),
        y le pedí a mi madre permiso para ir a ver a Independiente. Yo pagaba la entrada pero nadie lo hacía.
        Al final me hice amigo de un jugador y nunca supo quién era yo.
        Comencé a llevarle su valija y todos pensaban que era mi padrino.
        Terminé no pagando más entrada. Cuando volví a casa le devolví a mi madre el dinero de la entrada,
        ella me preguntó porqué, yo le contesté que no pagaba.

PT  - Hablamos de amistades con hombres ¿Y con respecto a mujeres?
AS - Eran de tipo político. Con la señora de Justo, la señora del Director de Crítica.
        Así, yo conocí a los catorce, anarquistas del país.

CCS -¿Y con Quinquela?
AS - Él era buenísimo. Es el que hace el primer movimiento para que le hicieran la primer estatua (a mi madre).
        Ésta se hizo con la venta del piano de acá que fue de 3.000 pesos.

AMR-¿Conoció a Filiberto?
AS - Sí y también a Cravioto, de fútbol conozco... bastante.

CCS -¿Cómo fueron las últimas cartas de su madre? ¿le daba explicaciones?
AS - Muy cariñosas y nunca se habló de eso. Yo respeto lo que cada uno hace.
        Si alguien me pregunta si el suicidio es o no valentía, yo le podría contestar que yo no sé si es o no es,
        pero que sólo eso se puede hablar con alguien cuya madre se mató.

AMR-¿Le daba su madre los poemas para que los leyera?
AS - No. Ella era libre. No hablaba de cosas íntimas. No creía que fuera necesario porque ella escribía lo que sentía.
        Fíjese los años que han pasado y la gente sigue acordándose de ella.

CCS -Le agradezco infinitamente que haya aceptado venir a conversar con nosotras.
AS - ¡Y que me haya acordado de su nombre!
        Se acuerda la segunda vez que me llamó yo la reconocí y me acordé cómo se llamaba.

CCS -Cuando usted habla de su madre a mí se me caen las lágrimas. Será que tenemos cosas en común,
        que admiro la relación que usted tuvo con ella, cómo habla de ella... Fue un verdadero placer.
AS -Hoy no me sentía bien, en condiciones de venir pero no podía fallar. Soy muy rígido conmigo mismo.
        Me siento defraudado si no puedo cumplir. Pero, no vengo por obligación sino por gusto.
        Le agradezco y me alegra mucho que le haya gustado.
 
 


 
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