GRILLO Y CUNA
De: Con un hijo bajo el brazo- 1991
De un bosque donde crecen nomás cunas, mi madre cortó un columpio dulce, maduro para el tiempo primero de mi infancia.
Juntó flores de luna dormidas en el agua, mi madre y me las trajo, con un azul silencio robado de algún sueño de río a ser mi canto.
El viento entonces iba silbando como un hombre que vuelve del trabajo, mi padre, como un ala de viento sacudía las ramas a su paso, y a veces su latido temprano, más temprano que el bronce aún, despertaba tañendo campanarios.
El sol como un abuelo de incendio nos decía su cuento cada día, de luz,en la ventana, y el techo, y las paredes, y el huerto y la paloma y el patio, y la mañana,
cabrían en el puño dorado de un durazno.
|
Mi padre sembró grillos de suerte en los rincones, más pobres de la casa.
De noche nos cantaban perdón por todo el hambre del día y prometían espigas y racimos que acaso maduraron después, cuando fue tarde.
Así crecí, los seres de lluvia me llevaron consigo a todas partes Fui lágrima en el llanto del sauce,fui diamante quebrado en las raíces frustradas de algún barco.
De tarde descifraba señales en el cielo mi madre, por las noches,mi padre me alcanzaba la voz de mis abuelos, en una remembranza ternura con los ojos callados, y las manos dormidas junto al fuego; así crecí. |
Matilde Alba Swann
FELIZ DÍA LLENO DE MELODÍA Y RECUERDOS
| |
...Pero que todos sepan que no he muerto;
que hay un establo de oro en mis labios;
que soy el pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.
Federico García Lorca
Soneto LXIX
Tal vez no ser es ser sin que tú seas, sin que vayas cortando el mediodía como una flor azul, sin que camines más tarde por la niebla y los ladrillos, sin esa luz que llevas en la mano que tal vez otros no verán dorada, que tal vez nadie supo que crecía como el origen rojo de la rosa, sin que seas, en fin, sin que vinieras brusca, incitante, a conocer mi vida, ráfaga de rosal, trigo del viento, y desde entonces soy porque tú eres, y desde entonces eres, soy y somos, y por amor seré, serás, seremos.
Pablo Neruda |
|
Antonio Nella Castro fue Director de Cultura de la Provincia de Salta durante el gobierno del Mayor Ricardo J. Spangenberg.
Decidido a establecer un espacio para la manifestación de las expresiones artísticas locales, gestionó y obtuvo un préstamo del
Fondo Nacional de las Artes (FNA), que le permitió adquirir el inmueble de Caseros 460, con el propósito de destinarla como
Casa de la Cultura de Salta.Además fue uno de los propulsores más entusiastas de la Ley 6475 de Reconocimiento al
Mérito Artístico que mereció el elogio unánime de la prensa nacional e internacional.
Como hombre de cultura, ha dejando un extenso legado en sus letras. En poesía: Tiempo de acuarela (1945), La elegía heroica (1950),
El potro pintado (1959) y Baguala solamente (1972) que le valió el Primer Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires
y posteriormente el Premio Regional de Poesía, producción 1973/1975. En prosa: La mestiza (1957), El ratón (1970,
Premio Planeta de Argentina) y Crónica del diluvio (1986).Antonio Nella Castro falleció en Salta, el 22 de julio de 1989.
MEMORIA DE MI PADRE.
Montaba a la mañana el sillonero con el último mate en los pellones y salía, ganándole a los peones, puro brillo de plata en el apero.
Y cuando el sol caía en el potrero, entre mulas, arneses y jergones, regresaba cortando callejones con todo el horizonte en el sombrero.
Hoy que habito en un ser deshabitado y al que miro vaciado como un higo, borro los pasos por donde has andado.
Y te salgo a buscar, padre y amigo, pues sé que estás aquí y te haz quedado para irte sólo si te vas conmigo.
Por : Antonio Nella Castro – Poeta argentino.
| | | |
|