Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad,humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños,porque matas el alma.
Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío,poco a poco,
no les rompas las alas,que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.
Dale vida a tus sueños y,con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento,susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias,bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.
Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despiertos.
MARIO BENEDETTI
El hombre que aprendió a ladrar
Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje,con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir.Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar.No a imitar ladridos,como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales,sino verdaderamente a ladrar.¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento?Ante sus amigos se autoflagelaba con humor:"La verdades que ladro por no llorar".Sin embargo,la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación.¿Cómo amar entonces sin comunicarse?Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo,su hermano perro,y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendian,por lo general en los atardeceres,bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales.A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo.Por fin,una tarde se animó a preguntarle,en varios sobrios ladridos:"Dime,Leo,con toda franqueza:¿Qué opinás de mi forma de ladrar?". La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera:"Yo diría que lo haces bastante bien,pero tendrás que mejorar. Cuando ladras,todavía se te nota el acento humano."