El Jardín Acuático
El hombre ha utilizado desde siempre el agua en los jardines. En el antiguo Egipto, Ramsés III (1.225 a. d. c.) ya hacía construir lagos para mantener en ellos distintas especies de acuáticas como Lirios, Nenúfares, etc. También los Incas o en la China antigua, en Japón... En Europa, el agua tuvo un gran protagonismo en los grandes jardines clásicos franceses diseñados por Le Nôtre en el s. XVIII o en los jardines ingleses paisajistas del s. XVIII; en España se ha mantenido la tradición árabe de situar una fuente o estanque en patios y jardines. Y es que un jardín con agua es más interesante, le da otra dimensión. El agua añade un toque especial y constituye un elemento de atracción de primer orden. Cambia mucho tener agua en el jardín o no tenerla. El agua es luz, movimiento, frescor, aumenta la humedad ambiental... es el origen de la vida. Una zona de estar, con una sombra ligera y la visión del agua produce una calma total. El agua provoca fascinación, una fascinación natural, innata en el ser humano; los niños siempre se acercan a ella. El agua en movimiento (una fuente, un surtidor, una cascada) añade el sonido a los demás encantos del jardín. Cuando se habla de un 'jardín para los cinco sentidos' el sonido del salpicoteo se suma al de los pájaros y al del viento. Vista, oido, olfato (plantas con aroma), tacto y gusto (huerto, frutales, hierbas condimentarias). Los estanques, además, permiten cultivar las Plantas Acuáticas e incorporar peces, tortugas y otra fauna. Construye un estanque en tu jardín y le darás vida, movimiento, será más atractivo y mágico en cualquier época del año. Por pequeño que sea tu jardín, siempre puede tener cabida una fuentecilla o estanquillo en el que vivan algunas plantas acuáticas, fáciles de cultivar, de flores exóticas y decorativas. Si hay poco espacio en tu jardín o si no quieres instalar un estanque, puedes usar tinajas grandes, barreños, una pileta, medio barril, etc. Sería un jardín acuático en miniatura. Puede haber hasta 1 pez.
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