Esta loca manera de quererte
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con racimos de luz y madreselvas,
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y brazadas de rosas escarlatas.
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Las más dulces. Y cálidas. Y nuevas.
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Esta ardiente manera de nombrarte
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con murmullos de pájaros y hierbas.
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Y desborde de ríos y caminos
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bajo un arco triunfal de enredaderas.
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Este modo violento de quedarme
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en tus manos tan fuertes y morenas,
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perfumada de lluvias y de soles
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como fruto maduro de las eras.
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Este modo salvaje de ser tuya
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con mañanas, frutales y cosechas,
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y tenaz alegría de los campos
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y fecundo bullicio de colmenas,
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no has de hallarlo jamás, sinó a mi lado.
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Aunque quieras a otras, y te quieran.
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¡Porque sólo mi amor tiene raíces
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donde estalla, total, la Primavera!.
Anonimo
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