Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

LATINOS EN ITALIA
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 BIENVENID@S 
 ME PRESENTO 
 ITALIA/NOTIZIE 
 LEGGI/VITA ITALIANA 
 ESPAÑA 
 CERVANTES - DON QUIJOTE 
 ESCRITORES 
 El rincón de la poesía 
 EFEMÉRIDES ARGENTINAS 
 MARTÍN FIERRO 
 EL LUNFARDO 
 PATRIA MÍA 
 MATEANDO 
 CON HUMOR 
 FONDOS Y DIBUJOS 
 MUNDO MAGICO 
 EL ZODÍACO 
 ARRIVEDERCI 
 
 
  Herramientas
 
El rincón de la poesía: Rubén Darío Y Amado Nervo
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: 2158Fenice  (Mensaje original) Enviado: 24/09/2010 06:52

Erróneamente,casi siempre, colocada como poesía de primavera ahí va una hermosa de Rubén Darío.
 
 
Autumnal
 
 Eros, Vita, Lumen

 

En las pálidas tardes
yerran nubes tranquilas
en el azul; en las ardientes manos
se posan las cabezas pensativas.
¡ Ah los suspiros ! ¡ Ah los dulces sueños !
¡ Ah las tristezas íntimas !
¡ Ah el polvo de oro que en el aire flota,
tras cuyas ondas trémulas se miran
los ojos tiernos y húmedos,
las bocas inundadas de sonrisas,
las crespas cabelleras
y los dedos de rosa que acarician !

En las pálidas tardes
me cuenta un hada amiga
las historias secretas
llenas de poesía:
lo que cantan los pájaros,
lo que llevan las brisas,
lo que vaga en las nieblas,
lo que sueñan las niñas.

Una vez sentí el ansia
de una sed infinita.
Dije al hada amorosa:
--Quiero en el alma mía
tener la aspiración honda, profunda,
inmensa: luz, calor, aroma, vida.
Ella me dijo: -- ¡ Ven ! -- con el acento
con que hablaría un arpa. En él había
un divino aroma de esperanza.
¡ Oh sed del ideal !

Sobre la cima
de un monte, a medianoche,
me mostró las estrellas encendidas.
Era un jardín de oro
con pétalos de llama que titilan.
Exclamé: -- ¡ Más ! ...

La aurora
vino después. La aurora sonreía,
con la luz en la frente,
como la joven tímida
que abre la reja, y la sorprenden luego
ciertas curiosas mágicas pupilas.
Y dije: -- ¡ Más ! ... Sonriendo
la celeste hada amiga
prorrumpió: -- ¡Y bien ! ¡ Las flores !
 

Y las flores
estaban frescas, lindas,
empapadas de olor: la rosa virgen,
la blanca margarita,
la azucena gentil y las volúbiles
que cuelgan de la rama estremecida.
Y dije: -- ¡ Más ! ...

El viento
arrastraba rumores, ecos, risas,
murmullos misteriosos, aleteos,
músicas nunca oídas.
El hada entonces me llevó hasta el velo
que nos cubre las ansias infinitas,
la inspiración profunda,
y el alma de las liras.
Y lo rasgó. Allí todo era aurora.
En el fondo se vía
un bello rostro de mujer.

¡ Oh, nunca,
Piérides, diréis las sacras dichas
que en el alma sintiera !
Con su vaga sonrisa:
-- ¿ Más ?... -- dijo el hada. Yo tenía entonces
clavadas las pupilas
en el azul; y en mis ardientes manos
se posó mi cabeza pensativa ...

[1887]

 
                                              
 
 Ésta es la primavera de Darío :
 
 
 
PRIMAVERAL

 
Mes de rosas. Van mis rimas
En ronda, a la vasta selva,
A recoger miel y aromas
En las flores entreabiertas.
Amada, ven. El gran bosque
Es nuestro templo, allí ondea
Y flota un santo perfume
De amor. El pájaro vuela
De un árbol a otro y saluda
Tu frente rosada y bella
Como a un alba; y las encinas
Robustas, altas, soberbias,
Cuando tú pasas agitan
Sus hojas verdes y trémulas,
Y enarcan sus ramas como
Para que pase una reina.
¡Oh, amada mía! Es el dulce
Tiempo de la primavera.

Mira en tus ojos, los míos,
Da al viento la cabellera,
Y que bañe el sol ese oro
De luz salvaje y espléndida.
Dame que aprieten mis manos
Las tuyas de rosa y seda,
Y ríe, y muestren tus labios
Su púrpura húmeda y fresca.
Yo voy a decirte rimas,
Tú vas a escuchar risueña;
Si acaso algún ruiseñor
Viniese a posarse cerca,
Y a contar alguna historia
De ninfas, rosas o estrellas,
Tú no oirás notas ni trinos,
Sino, enamorada y regia,
Escucharás mis canciones
Fija en mis labios que tiemblan.
¡Oh, amada mía! Es el dulce
Tiempo de la primavera.

Allá hay una clara fuente
Que brota de una caverna,
Donde se bañan desnudas
Las blancas ninfas que juegan.
Ríen al son de la espuma,
Hienden la linfa serena,
Entre polvo cristalino
Esponjan sus cabelleras,
Y saben himnos de amores
En hermosa lengua griega,
Que en glorioso tiempo antiguo
Pan inventó en las florestas.
Amada, pondré en mis rimas
La palabra más soberbia
De las frases, de los versos,
De los himnos de esa lengua;
Y te diré esa palabra
Empapada en miel hiblea...
¡Oh, amada mía! en el dulce
Tiempo de la primavera.

Van en sus grupos vibrantes
Revolando las abejas
Como un áureo torbellino
Que la blanca luz alegra;
Y sobre el agua sonora
Pasan radiantes, ligeras,
Con sus alas cristalinas
Las irisadas libélulas.
Oye: canta la cigarra
Porque ama al sol, que en la selva
Su polvo de oro tamiza
Entre las hojas espesas.
Su aliento nos da en un soplo
Fecundo la madre tierra,
Con el alma de los cálices
Y el aroma de las yerbas.

¿Ves aquel nido? Hay un ave.
Son dos: el macho y la hembra.
Ella tiene el buche blanco,
Él tiene las plumas negras.
En la garganta el gorjeo,
Las alas blandas y trémulas;
Y los picos que se chocan
Como labios que se besan.
El nido es cántico. El ave
Incuba el trino, ¡oh, poetas!
De la lira universal,
El ave pulsa una cuerda.
Bendito el calor sagrado
Que hizo reventar las yemas,
¡Oh, amada mía, en el dulce
Tiempo de la primavera!

Mi dulce musa Delicia
Me trajo una ánfora griega
Cincelada en alabastro,
De vino de Naxos llena;
Y una hermosa copa de oro,
La base henchida de perlas,
Para que bebiese el vino
Que es propicio a los poetas.
En la ánfora está Diana,
Real, orgullosa y esbelta,
Con su desnudez divina
Y en su actitud cinegética.
Y en la copa luminosa
Está Venus Citerea
Tendida cerca de Adonis
Que sus caricias desdeña.
No quiero el vino de Naxos
Ni el ánfora de esas bellas,
Ni la copa donde Cipria
Al gallardo Adonis ruega.
Quiero beber el amor
Sólo en tu boca bermeja.
¡Oh, amada mía!, en el dulce
Tiempo de la primavera!
 
Rubén Darío
 
El poema de amor Éxtasis de Amado Nervo se adapta muy bien a la primavera :
 
 
Extasis
 
de Amado Nervo



Cada rosa gentil ayer nacida,
cada aurora que apunta entre sonrojos,
dejan mi alma en el éxtasis sumida...
¡ Nunca se cansan de mirar mis ojos
el perpetuo milagro de la vida !

Años ha que contemplo las estrellas
en las diáfanas noches españolas
y las encuentro cada vez mas bellas.
¡ Años ha que en el mar, conmigo a solas,
de las olas escucho las querellas,
y aun me pasma el prodigio de las olas !

Cada vez hallo la Naturaleza
más sobrenatural, más pura y santa,
Para mí, en rededor, todo es belleza;
y con la misma plenitud me encanta
la boca de la madre cuando reza
que la boca del niño cuando canta.

Quiero ser inmortal, con sed intensa,
porque es maravilloso el panorama
con que nos brinda la creación inmensa;
porque cada lucero me reclama,
diciéndome, al brillar: «Aquí se piensa,
también aquí se lucha, aquí se ama».



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: karmyna Enviado: 28/09/2010 07:50
 
 

saludos Pictures, Images and Photos 
 
 
Es grato leerte
Te deseo feliz martes
 
 
karmyna 
 
 


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados