Una selección de poemas y villancicos de grandes autores como: Amado Nervo, Gloria Fuertes, Luis Rosales, Lope de Vega, San Juan de la Cruz,
Sor Juana Inés de la Cruz, Gerardo Diego, Juan Ramón Jimenez ...
Amado Nervo
Pastores y pastoras, abierto está el edén. ¿No oís voces sonoras? Jesús nació en Belén.
La luz del cielo baja, el Cristo nació ya, y en un nido de paja cual pajarillo está.
El niño está friolento. ¡ Oh noble buey, arropa con tu aliento al Niño Rey !
Los cantos y los vuelos invaden la extensión, y están de fiesta cielos y tierra ... y corazón.
Resuenan voces puras que cantan en tropel: ¡ Hosanna en las alturas al Justo de Israel !
¡ Pastores, en bandada venid, venid, a ver la anunciada Flor de David ! ...
MARÍA MADRE
Gloria Fuertes
La Virgen, sonríe muy bella. ¡Ya brotó el Rosal, que bajó a la tierra para perfumar!
La Virgen María canta nanas ya. Y canta a una estrella que supo bajar a Belén volando como un pastor más.
Tres Reyes llegaron; cesa de nevar. ¡La luna le ha visto, cesa de llorar! Su llanto de nieve cuajó en el pinar.
Mil ángeles cantan canción de cristal que un Clavel nació de un suave Rosal.
JESÚS, EL DULCE, VIENE ...
Juan Ramón Jiménez
Jesús, el dulce, viene ... Las noches huelen a romero ... ¡ Oh, qué pureza tiene la luna en el sendero !
Palacios, catedrales, tienden la luz de sus cristales insomnes en la sombra dura y fría ... Mas la celeste melodía suena fuera ... Celeste primavera que la nieve, al pasar, blanda, deshace, y deja atrás eterna calma ...
¡ Señor del cielo, nace esta vez en mi alma !
¿QUIEN HA ENTRADO EN EL PORTAL DE BELÉN?
Gerardo Diego
¿ Quién ha entrado en el portal, en el portal de Belén ? ¿ Quién ha entrado por la puerta ? ¿ Quién ha entrado, quién ?.
La noche, el frío, la escarcha y la espada de una estrella. Un varón - vara florida - y una doncella.
¿ Quién ha entrado en el portal por el techo abierto y roto ? ¿ Quién ha entrado que así suena celeste alboroto ?
Una escala de oro y música, sostenidos y bemoles y ángeles con panderetas dorremifasoles.
¿ Quién ha entrado en el portal, en el portal de Belén, no por la puerta y el techo ni el aire del aire, quién ?.
Flor sobre impacto capullo, rocío sobre la flor. Nadie sabe cómo vino mi Niño, mi amor.
NACIMIENTO DE CRISTO, EN QUE SE DISCURRIÓ LA ABEJA
Sor Juana Inés de la Cruz
De la más fragante Rosa nació la Abeja más bella, a quien el limpio rocío dio purísima materia.
Nace, pues, y apenas nace, cuando en la misma moneda, lo que en perlas recibió, empieza a pagar en perlas.
Que llore el Alba, no es mucho, que es costumbre en su belleza; mas quién hay que no se admire de que el Sol lágrimas vierta?
Si es por fecundar la Rosa, es ociosa diligencia, pues no es menester rocío después de nacer la Abeja;
y más, cuando en la clausura de su virginal pureza, ni antecedente haber pudo ni puede haber quien suceda.
Pues a ¿qué fin es el llanto que dulcemente le riega? Quien no puede dar más Fruto, ¿qué importa que estéril sea?
Mas ¡ay! que la Abeja tiene tan íntima dependencia siempre con la Rosa, que depende su vida de ella;
pues dándole el néctar puro que sus fragancias engendran, no sólo antes la concibe, pero después la alimenta.
Hijo y madre, en tan divinas peregrinas competencias, ninguno queda deudor y ambos obligados quedan.
La Abeja paga el rocío de que la Rosa la engendra, y ella vuelve a retornarle con lo mismo que la alienta.
Ayudando el uno al otro con mutua correspondencia, la Abeja a la Flor fecunda, y ella a la Abeja sustenta.
Pues si por eso es el llanto, llore Jesús, norabuena, que lo que expende en rocío cobrará después en néctar.
LAS PAJAS DEL PESEBRE
Lope de Vega
Las pajas del pesebre niño de Belén hoy son flores y rosas, mañana serán hiel. Lloráis entre pajas, del frío que tenéis, hermoso niño mío, y del calor también. Dormid, Cordero santo; mi vida, no lloréis; que si os escucha el lobo, vendrá por vos, mi bien. Dormid entre pajas que, aunque frías las veis, hoy son flores y rosas, mañana serán hiel. Las que para abrigaros tan blandas hoy se ven, serán mañana espinas en corona crüel. Mas no quiero deciros, aunque vos lo sabéis, palabras de pesar en días de placer; que aunque tan grandes deudas en pajas las cobréis, hoy son flores y rosas, mañana serán hiel. Dejad en tierno llanto, divino Emmanüel; que perlas entre pajas se pierden sin por qué. No piense vuestra Madre que ya Jerusalén previente sus dolores y llora con José; que aunque pajas no sean corona para rey, hoy son flores y rosas, mañana serán hiel.
YO VENGO DE VER
Lope de Vega
Yo vengo de ver, Antón, un niño en pobrezas tales, que le di para pañales las telas del corazón
Romance del Nacimiento
San Juan de la Cruz
Ya que era llegado el tiempo en que de nacer había, así como desposado de su tálamo salía,
abrazado con su esposa, que en sus brazos la traía, al cual la graciosa Madre en su pesebre ponía,
entre unos animales que a la sazón allí había, los hombres decían cantares, los ángeles melodía,
festejando el desposorio que entre tales dos había, pero Dios en el pesebre allí lloraba y gemía,
que eran joyas que la esposa al desposorio traía, y la Madre estaba en pasmo de que tal trueque veía:
el llanto del hombre en Dios, y en el hombre la alegría, lo cual del uno y del otro tan ajeno ser solía.
DE CÓMO ESTABA LA LUZ ...
Luis Rosales
El sueño como un pájaro crecía de luz a luz borrando la mirada; tranquila y por los ángeles llevada, la nieve entre las alas descendía.
El cielo deshojaba su alegría, mira la luz el niño, ensimismada, con la tímida sangre desatada del corazón, la Virgen sonreía.
Cuando ven los pastores su ventura, ya era un dosel el vuelo innumerable sobre el testuz del toro soñoliento;
y perdieron sus ojos la hermosura, sintiendo, entre lo cierto y lo inefable, la luz del corazón sin movimiento.
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