|
El rincón de la poesía: Mi amiga ... Alfonsina
Elegir otro panel de mensajes |
|
De: 2158Fenice (Mensaje original) |
Enviado: 11/01/2011 10:43 |
LA MIRADA
Mañana, bajo el peso de los años, las buenas gentes me verán pasar,
más bajo el pelo oscuro y la piel mate
algo del muerto fuego asomará.
Y oiré decir: ¿Quién es esa que ahora pasa?
Y alguna voz contestará: -Allá en sus buenos tiempos hacía versos. Hace mucho ya.
Y yo tendré mi cabellera blanca, los ojos limpios, y en mi boca
habrá una gran placidez
y mi sonrisa oyendo aquello no se apagará.
Seguiré mi camino lentamente, mi mirada a los ojos mirará, irá muy hondo la mirada mía, y alguien, en el montón, comprenderá.
Alfonsina storni
EL SUEÑO
Yo vi dos soles rojos dominando el espacio.
Perlaban en sus rayos las luces de topacio
y tendí mis dos manos hambrientas de infinito
para estrujar en ellas un inefable mito.
Las dos pupilas rojas como rosas del cielo
cegaron mis pupilas,soberbias en su anhelo
de mirar cara a cara los toques de diamantes.
Después,como un crujido de nudos que se quiebran ...
Tempestades soberbias que en los mares se enhebran;
parto de los dioses ...Un quejido de dios ...
¡Y bocas que se muerden en un supremo adiós!
Más tarde una sonata más dulce que la miel;
agonía de lirios en el jardín aquel.
Palacio de oro y oro donde habita una maga
que ha dormido cien años por maldición aciaga.
Y después manos blancas desparramando rosas
sobre el alma escondida y serena de las cosas ...
Y un silencio de muerte cansado y sepulcral
donde se prende el lotus venenoso del mal.
Y después la mañana que llega a los cristales del cuarto
miserable donde muerdo mis males ...
Y después otro día que se esboza en el lloro
de mis días sin sol, de mis soles sin oro!...
Alfonsina Storni
Lo inacabable
No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor
se deshojó como una rosa:
vendrá la primavera y habrá flores..
.el tronco seco dará nuevas hojas.
Las lágrimas vertidas se harán perlas
de un collar nuevo; romperá la sombra
un sol precioso que dará a las venas
la savia fresca, loca y bullidora.
Tú seguirás tu ruta; yo la mía y ambos,
libertos, como mariposas perderemos
el polen de las alas y hallaremos
más polen en la flora.
Las palabras se secan como ríos y los besos
se secan como rosas,pero por cada muerte
siete vidas buscan los labios demandando aurora.
Más ... ¿Lo que fue?
¡Jamás se recupera!
¡Y toda primavera que se esboza
es un cadáver más que adquiere vida
y es un capullo más que se deshoja!
Alfonsina Storni
|
|
|
|
|
|
Alfonsina Storni
NOCHE DIVINA
Este jardín nos cede su delicia,
nos cede el árbol de manzanas lleno.
Fuente de dioses a la sed propicia,
pan del instinto, para el hambre,bueno.
Mas blanco mármol sin igual pudicia
fija en nosotros su mirar sereno:
muslo desnudo,vigoroso el seno,
puro,como la luz que lo acaricia.
Se hacen tus ojos demasiado azules,
cubren tus manos impalpables tules
y algo divino te levanta en vuelo.
No cortemos la fruta deleitosa
y mira el alma en una nube rosa,
cómo es de azul la beatitud del cielo.
VIDA
Mis nervios están locos, en las venas la sangre hierve, líquido de fuego salta de mis labios donde finge luego la alegría de todas las verbenas.
Tengo deseos de reír; las penas, que de domar a voluntad no alego, hoy conmigo no juegan y yo juego con la tristeza azul de que están llenas.
El mundo late; toda su armonía la siento
tan vibrante que hago mía
cuanto escancio en su trova de hechicera. ¡Es que abrí la ventana hace un momento y en las alas finísimas del viento
me ha traído su sol la primavera!
EL RUEGO
Señor, Señor, hace ya tiempo, un día soñé un amor como jamás pudiera soñarlo nadie, algún amor que fuera la vida toda, toda la poesía.
Y pasaba el invierno y no venía, y pasaba también la primavera, y el verano de nuevo persistía, y el otoño me hallaba con mi espera.
Señor, Señor; mi espalda está desnuda, ¡Has estallar allí, con mano ruda el látigo que sangra a los perversos!
Que está la tarde ya sobre mi vida, y esta pasión ardiente y desmedida la he perdido, ¡Señor, haciendo versos!
ESTO ES AMOR...
Esto es amor, esto es amor, yo siento
en todo átomo vivo un pensamiento.
Yo soy una y soy mil, todas las vidas
pasan por mí, me muerden sus heridas.
Y no puedo ya más, en cada gota de
mi sangre hay un grito y una nota.
Y me doblo, me doblo bajo el peso
de un beso enorme, de un enorme beso.
PAZ
Vamos hacia los árboles... el sueño se hará en nosotros por virtud celeste. Vamos hacia los árboles; la noche nos será blanda, la tristeza leve.
Vamos hacia los árboles, el alma adormecida de perfume agreste. Pero calla, no hables, sé piadoso; no despiertes los pájaros que duermen.
|
|
|
CUMPLEAÑOS
La tarde es apacible; juguetea en el aire
una sonrisa eterna; parece la ilusión que
ha venido a exprimirse sobre todas las cosas
mezclada con las rimas de una vieja canción.
Las flores se han abierto en el jardín y ponen
en la corola púber un deseo de amar.
Se sienten generosas y es por eso más bello
mi jardín en la tarde que he salido a gustar.
El sol se ha diluido sobre la tierra y tiene,
Este día, algún grande y misterioso poder...
No es el sol de otra hora, que hay en él algo nuevo
y yo me siento toda en un reflorecer.
La campana a lo lejos pone en el cuadro alegre
un momento de pena con su suave ¡Talán!...
El alma se recoge y al hacerse silencio
uno piensa en las cosas amables que se van.
Pero luego otra vez me domina la eterna
ilusión que palpita... yo vuelvo a sonreír
y es toda la belleza volcada en mis pupilas
que me grita en el alma deseos de vivir.
Y sigo caminando venturosa, liviana,
como si tenues alas arrastraran de mí...
¡Oh! La tarde apacible, la tarde silenciosa
¡Como nunca tan grata, tan dulce la sentí!
De pronto me detengo; es que un cuadro me atrae;
celebran en la casa del pobre leñador su cumpleaños
de abuelo y han venido los nietos a rodearlo.
Los veo cerca del corredor,el viejo se sonríe y
mezclado a la risa hay un cuento en los labios
que me esfuerzo en oír "Y cuando la princesa se moría
de pena,de países lejanos trajeron un fakir..."
Los niños están quietos; respiran sus caritas
un extraño contraste de miedo e interés.
Alguno piensa acaso que cómo se podría
matar a los dragones del palacio cortés.
Yo estoy como los niños, suspensa de los labios
del abuelito bueno que ahora tiene un dolor...
Es que se acaba el cuento y él habrá de decirles
que la pobre princesa languideció de amor.
Y me acosa un deseo; lo he sentido de pronto
cuando he visto que el viejo no reía recién:
Abrir todas las jaulas y enviar sus prisioneros
Para que con las alas le besaran la sien...
EL CISNE ENFERMO
Hay un cisne que muere cercado en un
palacio.Un cisne misterioso de ropaje
de seda que en vez de deslizarse en la
corriente leda se estanca fatigado de
mirar el espacio.El cisne es un enfermo
que adora al dios de oro;el sol,padre
de razas,fecunda su agonía.Por eso
su tristeza es una sinfonía de flores
que se entreabren en las sombras del lloro.
Tiene el pecho cruzado por un loco puñal,
gota a gota su sangre se diluye en el lago
y las aguas azules se encantarán bajo el mago
poder de los rubíes que destila su mal.
El alma de este cisne es una sensitiva...
No levantéis la voz al lado del estanque
si no queréis que el cisne con el pico se
arranque el puñal que sostiene su
existencia furtiva.Cuentan viejas leyendas
que está enfermo de amor.Que el corazón
enorme se le ha centuplicado y que tiene
en la entraña como El Crucificado
un dolor que cobija todo humano dolor.
Y cuentan las leyendas que es un
cisne-poeta...Que la magia del ritmo
le ha ungido la garganta y canta porque sí,
como el arroyo canta la rima cristalina
de su corriente inquieta.
..................................................................
Yo he soñado una noche
que el viejo palacio era
el cisne cansado de
mirar el espacio.
Alfonsina Storni
|
|
|
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 3 de 3
Siguiente
Último
|
|
ALMA DESNUDA
Soy un alma desnuda en estos versos, Alma desnuda que angustiada y sola Va dejando sus pétalos dispersos.
Alma que puede ser una amapola, Que puede ser un lirio, una violeta, Un peñasco, una selva y una ola.
Alma que como el viento vaga inquieta Y ruge cuando está sobre los mares, Y duerme dulcemente en una grieta.
Alma que adora sobre sus altares, Dioses que no se bajan a cegarla; Alma que no conoce valladares.
Alma que fuera fácil dominarla Con sólo un corazón que se partiera Para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera Dice al invierno que demora: vuelve, Caiga tu nieve sobre la pradera.
Alma que cuando nieva se disuelve En tristezas, clamando por las rosas Con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas A campo abierto, sin fijar distancia, Y les dice libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia, De un suspiro, de un verso en que se ruega, Sin perder, a poderlo, su elegancia.
Alma que nada sabe y todo niega Y negando lo bueno el bien propicia Porque es negando como más se entrega,
Alma que suele haber como delicia Palpar las almas, despreciar la huella, Y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella, Como los vientos vaga, corre y gira; Alma que sangra y sin cesar delira Por ser el buque en marcha de la estrella.
Letanías de la tierra muerta
A Gabriela Mistral
Llegará un día en que la raza humana se habrá secado como planta vana, y el viejo sol en el espacio sea carbón inútil de apagada tea. Llegará un día en que el enfriado mundo será un silencio lúgubre y profundo: una gran sombra rodeará la esfera donde no volverá la primavera; la tierra muerta, como un ojo ciego, seguirá andando siempre sin sosiego, pero en la sombra, a tientas, solitaria, sin un canto ni un ¡ay! ni una plegaria, sola, con sus criaturas preferidas en el seno cansadas y dormidas (madre que marcha aún con el veneno de los hijos ya muertos en el seno). Ni una ciudad de pie... Ruinas y escombros soportará sobre los muertos hombros. Desde allí arriba, negra, la montaña la mirará con expresión huraña. Acaso el mar no será más que un duro bloque de hielo, como todo, oscuro. Y así, angustiado en su dureza, a solas soñará con sus buques y sus olas y pasará los años en acecho de un solo barco que le surque el pecho. Y allá, donde la tierra se le aduna, ensoñará la playa con la luna, y ya nada tendrá mis que el deseo, pues la luna será otro mausoleo. En vano querrá el bloque mover bocas para tragar los hombres, y las rocas oír sobre ellas el horrendo grito del náufrago clamando al infinito. Ya nada quedará; de polo a polo lo habrá barrido todo un viento solo: voluptuosas moradas de latinos y míseros refugios de beduinos; oscuras cuevas de los esquimales y finas y lujosas catedrales; y negros, y amarillos y cobrizos, y blancos, y malayos y mestizos se mirarán entonces bajo tierra pidiéndose perdón por tanta guerra. De las manos tomados, la redonda tierra circundarán en una ronda y gemirán en coro de lamentos: -¡Oh cuántos vanos, torpes sufrimientos! La tierra era un jardín lleno de rosas y lleno de ciudades primorosas; se recostaban sobre ríos unas, otras sobre los bosques y lagunas. Entre ellas se tendían finos rieles que eran a modo de esperanzas fieles, y florecía el campo, y todo era risueño y fresco como una pradera; y en vez de comprender, puñal en mano estábamos, hermano contra hermano; calumniábanse entre ellas las mujeres y poblaban el mundo mercaderes; íbamos todos contra el que era bueno a cargarlo de lodo y de veneno... Y ahora, blancos huesos, la redonda tierra rodeamos en hermana ronda. Y de la humana, nuestra llamarada, ¡Sobre la tierra en pie no queda nada!
Pero quién sabe si una estatua muda de pie no quede aún, sola y desnuda, y así surcando por las sombras, sea el último refugio de la idea. El último refugio de la forma que quiso definir de Dios la norma y que, aplastada por su sutileza, sin entenderla, dio con la belleza. Y alguna dulce, cariñosa estrella, preguntará tal vez: -¿Quién es aquella? -¿Quién es esa mujer que así se atreve, sola, en el mundo muerto que se mueve? Y la amará por celestial instinto hasta que caiga al fin desde su plinto. Y acaso un día, por piedad sin nombre hacia esta pobre tierra y hacia el hombre, la luz de un sol que viaje pasajero vuelva a incendiarla en su fulgor primero y le insinúe: - Oh fatigada esfera, ¡Sueña un momento con la primavera! Absórbeme un instante: soy el Alma universal que muda y no se calma... ¡Cómo se moverán bajo la tierra aquellos muertos que su seno encierra! ¡Cómo pujando hacia la luz divina querrán volar al que los ilumina! Mas será en vano que los muertos ojos pretendan alcanzar los rayos rojos. ¡En vano! ¡En vano!... ¡Demasiado espesas serán las capas, ay, sobre sus huesas!... Amontonados todos y vencidos, ya no podrán dejar los viejos nidos, y al llamado del astro pasajero ningún hombre podrá gritar: ¡Yo quiero!...
Alfonsina Storni
|
|
|
|
![](http://public.bay.livefilestore.com/y1pr7IRC1DcqHdtxwA11Csik8HoTUYt4bGZMsK_lChVd5ibO70tGU0L2xJHjJWkz0J3S-o44Au15LmjMrto9LlE0g/3bcb6dce.gif)
ALFONSINA STORNI
![](http://www.imagehotel.net/images/sf84sh8jqm.gif)
Esta tarde
Ahora quiero amar algo lejano... a algún hombre divino que sea como un ave por lo dulce, que haya habido mujeres infinitas y sepa de otras tierras, y florezca su palabra en sus labios perfumada: suerte de selva virgen bajo el viento... Y quiero amarlo ahora. Está la tarde blanca y tranquila como musgo espeso. Tiembla mi boca y en mis dedos finos se deshacen mis trenzas lentamente.
Siento un vago rumor... Toda la tierra está cantando dulcemente... Lejos los bosques se han cargado de corolas, desbordan los arroyos de sus cauces y las aguas se filtran en la tierra así como mis ojos en los ojos que estoy soñando embelesada... Pero ya está bajando el sol tras de los montes...
Las aves se acurrucan en sus nidos ... la tarde ha de morir, y él está lejos ... Lejos como este sol que para nunca se marcha, y me abandona, con las manos hundidas en las trenzas, con la boca húmeda y temblorosa, con el alma sutilizada, ardida en la esperanza de este amor infinito que me vuelve dulce y hermosa...
![](http://test.sparkletags.com/import/graphics/Flowers/Rosesred.gif)
Las dulces mensajeras de la tristeza son ... son avecillas negras, negras como la noche. ¡Negras como el dolor! ¡Las dulces golondrinas que en invierno se van y que dejan el nido abandonado y solo para cruzar el mar! Cada vez que las veo siento un frío sutil ... ¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas amantes de abril! ¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar como los emigrantes, a las tierras extrañas, la migaja de pan! ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! ¡Venid primaverales, con las alas de luto llegaos hasta mí! Sostenedme en las alas... Sostenedme y cruzad de un volido tan sólo, eterno y más eterno la inmensidad del mar... ¿Sabéis cómo se viaja hasta el país del sol?... ¿Sabéis dónde se encuentra la eterna primavera, la fuente del amor?... ¡Llevadme, golondrinas! ¡Llevadme! ¡No temáis! Yo soy una bohemia, una pobre bohemia ¡Llevadme donde vais! ¿No sabéis, golondrinas errantes, no sabéis, que tengo el alma enferma porque no puedo irme volando yo también? ¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! ¡Venid primaverales! ¡Con las alas de luto llegaos hasta mí! ¡Venid! ¡Llevadme pronto a correr el albur!... ¡Qué lástima, pequeñas, que no tengáis las alas tejidas en azul!
INDOLENCIA
A pesar de mí misma te amo; eres tan vano como hermoso, y me dice, vigilante, el orgullo: «¿Para esto elegías? Gusto bajo es el tuyo; no te vendas a nada, ni a un perfil de romano» Y me dicta el deseo, tenebroso y pagano, de abrirte un ancho tajo por donde tu murmullo vital fuera colado... Sólo muerto mi arrullo más dulce te envolviera, buscando boca y mano. -¿Salomé rediviva? -Son más pobres mis gestos. Ya para cosas trágicas malos tiempos son éstos. Yo soy la que incompleta vive siempre su vida. Pues no pierde su línea por una fiesta griega y al acaso indeciso, ondulante, se pliega con los ojos lejanos y el alma distraída.
![](http://public.bay.livefilestore.com/y1pJxREoaY5x0qVBQN6uYRVOxxN7-g1yXJXzP3GsHYUYtriPQzJyqe4lT-35C1vMzlxX3i8uEDZA_rhmPXSf83rDg/MIri.gif)
| | | | |
| |
|
|
|
|
|
|
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|