Quiero las cosas pequeñas, sencillas y ciertas, que dejan huella al pasar; voy por la vida de frente mirando a la gente, nada pretendo ocultar.
Soy de un lugar donde el viento se calma al llegar, donde nadie es mejor ni peor, sino igual, no importa su ideal.
No tengo edad, ni presumo de ser liberal, ni me gusta que hable quien no puede hablar, ni que me jusgue el azar.
Entre bohemia y burguesa, mi sangre se queja; nadie la quiere escuchar, y aunque se diga otra cosa es roja y no rosa, que es su color natural...
Soy de un lugar donde el viento se calma al llegar, donde nadie es mejor ni peor, sino igual, no impota su ideal. No tengo edad, ni presumo de ser liberal, ni me gusta que hable quien no puede hablar, ni que me jusgue el azar.
Voy más allá de la mano de mi soledad, compañero del viento que me ha de llevar, busco una tierra y un mar. De un lugar donde el viento se calme al llegar, donde no haya mejor ni peor, sino igual, no importa su ideal.