ya que porque me quieras, no alego causa
alguna.
soneto 49
Por si llega el momento (si llegare) En que juzgues,
severo, mis defectos Y tu amor cierre el último balance Por prudentes
consejos incitado, Por si llega el momento en que tú pases Rehusándome el
sol de tu mirada, O tu amor, renunciando a lo que era, Actúe con reserva
desdeñosa, Por si el momento llega hoy me consuelo Admitiendo que es poca
mi valía Y alzo contra mí acusaciones Que mantengan las leyes de tu
parte: Si te vas, ay de mí, la ley te ampara, Nada puedo alegar en mi
descargo.
william shakespeare
“ La marionetta ” di Johnny
Welch
Se per un istante Dio dimenticasse
che sono una marionetta di stoffa e mi regalasse
un pezzo di vita,
probabilmente non direi tutto quello che
penso, ma sicuramente penserei molto a quello che dico. Darei valore alle
cose, non per quello che valgono,
ma per quello che significano. Dormirei poco,
sognerei di più;
capisco che per ogni minuto che chiudiamo gli occhi
, perdiamo sessanta secondi di luce. Mi attiverei quando gli altri si
fermano,
e mi sveglierei quando gli altri si
addormentano. Ascolterei quando gli altri parlano
e mi godrei un buon gelato di
cioccolata.
Se Dio mi regalasse un pezzo di vita,
vestirei in maniera semplice, mi sdraierei beato
al sole,
lasciando allo scoperto non solo il mio corpo ma
anche la mia anima.
Dio mio, se io avessi un cuore, scriverei il mio
odio sul ghiaccio
e aspetterei l’uscita del sole. Dipingerei sulle
stelle un sogno di Van Gogh, una poesia di Benedetti e una canzone di
Serrat; sarebbe la serenata che offrirei alla luna. Annaffierei con le mie
lacrime le rose, per sentire il dolore delle loro spine
e l’incarnato bacio dei loro petali … Dio mio,
se avessi un pezzo di vita … non lascerei passare un solo giorno senza
ricordare
alla gente che le voglio bene, che
l’amo. Convincerei ogni donna e ogni uomo che sono
i miei preferiti e vivrei innamorato
dell’amore.
Agli uomini dimostrerei quanto sbagliano nel
pensare che si smette di innamorarsi quando si invecchia, senza sapere che
si invecchia quando si smette di innamorarsi. Ad un bambino darei delle ali,
ma lascerei che impari a volare da solo. Ai vecchi insegnerei che la morte
non arriva
con la vecchiaia ma con la
dimenticanza.
Tante cose ho imparato da voi uomini
…
Ho imparato che tutto il mondo vuole vivere in cima
alla montagna, senza sapere che la vera felicità è nella maniera di salire la
scarpata. Ho imparato che quando un neonato prende col suo piccolo
pugno, per la prima volta, il dito di suo padre, l’ha afferrato per
sempre. Ho imparato che un uomo ha il diritto di guardare un altro uomo
dall’alto soltanto quando devi aiutarlo ad alzarsi. Sono tante le cose che
ho potuto imparare da voi, anche se più di tanto non mi serviranno, perché
quando leggerete questa lettera
starò morendo, infelicemente”
La
Marioneta
Si por un instante Dios se olvidara de que soy
una marioneta de trapo y me regalara un trozo de
vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso pero,
en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada
minuto que
cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de
luz.
Andaría cuando los demás se detienen,
despertaría cuando los demás duermen,
escucharía mientras los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate
...
Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando al descubierto no solamente mi cuerpo sino
mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón ...
Escribiría mi odio sobre el hielo,
y esperaría a que saliera el sol.
Pintaría con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería
la serenata que ofrecería a la luna.
Regaría con mis lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalos ...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida ...
No dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer de que ella
es mi favorita y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están
al pensar que dejan de enamorarse
cuando envejecen, sin saber que envejecen
cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas, pero dejaría
que él solo aprendiese a volar. A los viejos,
a mis viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas les he aprendido a ustedes los hombres
...
He aprendido que todo el mundo
quiere vivir en la cima de la montaña
sin saber que la verdadera felicidad
está en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su puño por vez primera el dedo de su
padre,
lo tiene atrapado para siempre.
He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho
mirar a otro hombre hacia abajo,
cuando ha de ayudarlo a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de
ustedes,
pero finalmente de mucho no habrán de servir
porque cuando me guarden dentro de esta maleta,
infelizmente me estaré muriendo ...
![L'immagine può contenere: nuvola, cielo e spazio all'aperto](https://scontent-mxp1-1.xx.fbcdn.net/v/t1.0-0/p480x480/21192677_1945894822289347_5846692435182216156_n.jpg?oh=4ee6dfca838d4f0918c8fc6a6d6ae2bf&oe=5A16F9C0)
" No
esperes que sea sereno o caiga una tibia
lluvia o la
orquesta de las flores empiece a tocar o los ya mudos peces callen aún
más. Haz que te
baste que empiece el día y que sea
claro como página blanca ... vuelta
después de la negra. Entonces
ten la cara más alta que se pueda e intenta porque intentar no daña
“.
(Pablo
Neruda)
" Non aspettare che ci sia sereno o cada una tiepida pioggia o
l’orchestra dei fiori incominci a suonare o i già muti pesci tacciano ancor
di più. Fa che ti basti che cominci il giorno e che sia fatto chiaro come
pagina bianca ...
voltata dopo la nera. Allora tieni la faccia più alta che si può e tenta perché tentar non nuoce .”
Silencio
Pablo Neruda
Yo que crecí dentro de un árbol tendría mucho que
decir, pero aprendí tanto silencio que tengo mucho que callar y eso se
conoce creciendo sin otro goce que crecer, sin más pasión que la
substancia, sin más acción que la inocencia, y por dentro el tiempo
dorado hasta que la altura lo llama para convertirlo en
naranja.
Io che
crebbi dentro un
albero avrei
molto da dire, ma imparai
tanto silenzio che ho
molto da tacere e quello
si conosce crescendo senza un
altro piacere che crescere, senza più
passione che la
sostanza, senza più
azione che l'innocenza, ed
all'interno il tempo dorato fino a che
l'altezza lo chiama per
trasformarlo in arancia.
|