695
Como si el Mar se abriera y mostrara otro Mar
– y ese –otro más– y los Tres solo fueran una conjetura
–
de Períodos de Mares no visitados por costa alguna
– Ellos mismos el Borde de otros Mares por venir – La eternidad – es todos
Ellos.
Emily Dickinson
Poesia 695
Come se il mare separandosi svelasse un altro
mare, questo un altro, ed i tre solo il presagio
fossero
d’un infinito di mari non visitati da riva − il mare
stesso al mare fosse riva− questo è l’eternità.
Emily Dickinson
Mark Strand
(Summerside, Isla del Príncipe Eduardo, 11 de abril de 1934 – Nueva York, 29 de
noviembre de 2014. Poeta,
ensayista y traductor estadounidense nacido en Canadá.
En 1981 fue
elegido miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras.
Ha recibido
numerosos premios, incluyendo una beca MacArthur en 1987 y el Premio Pulitzer de
Poesía en 1999. Tradujo poesía
en español, portugués, italiano y quechua (Rafael
Alberti, Carlos Drummond de Andrade, Dante Alighieri.
Dejar las cosas
intactas
En un
campo yo
soy la ausencia de campo. Esto es siempre
así. Donde sea que
esté yo
soy lo que
falta.
Cuando
camino parto el
aire y
siempre el aire
ingresa a
llenar los espacios donde ha estado mi
cuerpo.
Todos tenemos
razones para
movernos. Yo me
muevo para dejar las cosas
intactas.
“Tenere insieme le cose” Mark Strand
In
un campo io sono l’assenza del campo. E sempre così. Ovunque io
sia io sono ciò che manca.
Quando cammino divido l’aria e sempre l’aria
refluisce a riempire gli spazi in cui era stato il mio
corpo.
Abbiamo tutti motivi per muoverci. Io mi muovo per
tenere insieme le cose.
“Le foglie morte” Jacques Prévert
Oh! Vorrei tanto che tu ricordassi i giorni felici quando
eravamo amici. La vita era più bella. Il sole più bruciante. Le foglie
morte cadono a mucchi… Vedi: non ho dimenticato. Le foglie morte cadono a
mucchi come i ricordi e i rimpianti e il vento del nord le porta
via nella fredda notte dell’oblio. Vedi: non ho dimenticato la canzone
che mi cantavi. è una canzone che ci somiglia. Tu mi amavi io ti
amavo. E vivevamo noi due insieme tu che mi amavi io che ti
amavo. Ma la vita separa chi si ama piano piano senza far rumore e
il mare cancella sulla sabbia i passi degli amanti divisi. Le foglie morte
cadono a mucchi come i ricordi e i rimpianti. Ma il mio amore silenzioso e
fedele sorride ancora e ringrazia la vita. Ti amavo tanto, eri così
bella. Come potrei dimenticarti. La vita era più bella e il sole più
bruciante. Eri la mia più dolce amica … Ma non ho ormai che
rimpianti. E la canzone che cantavi sempre, sempre la sentirò. è una
canzone che ci somiglia. Tu mi amavi io ti amavo. E vivevamo noi due
insieme tu che mi amavi io che ti amavo. Ma la vita separa chi si
ama piano piano senza far rumore e il mare cancella sulla sabbia i
passi degli amanti divisi.
LAS HOJAS MUERTAS
Cuánto me gustaría que
te acordaras
de los felices días de cuando éramos amigos
En aquel
tiempo la vida era más bella
y el sol más abrasador que ahora
Las
hojas muertas se juntan a montones ...
Los recuerdos y las añoranzas
también
y el viento del norte se los llevaba
en la noche fría del
olvido
No he olvidado la canción
que tú me cantabas
Es una
canción que nos une
Tú me amabas y yo te amaba
y vivíamos los dos
juntos
tú que me amabas y yo que te amaba.
Pero la vida separa a
los que se aman
muy despacio sin hacer ruido
y el mar borra en la
arena
los pasos de los amantes separados
Las hojas muertas se
juntan a montones ...
los recuerdos y las añoranzas también
Pero
mi amor callado y fiel
siempre sonríe y da gracias a la vida.
Te
amaba tanto eras tan bonita
Cómo quieres que te olvide.
En aquel
tiempo la vida era más bella
y el sol más abrasador que ahora
Tú
eras mi dulce amiga ...
Pero no tengo que tener recuerdos
tristes
Y la canción que cantabas
siempre siempre la
oiré
Es una canción que nos une
Tú que amabas
y yo que te
amaba.
y los dos juntos vivíamos
Tú que amabas
y yo que te
amaba
Pero la vida separa a los que se aman
muy despacio sin hacer
ruido
y el mar borra en la arena
los pasos de los amantes
separados.
“L’uomo e il mare” una poesia di Charles
Baudelaire
Il
mare, se sei libero, ti sarà sempre caro! è il tuo specchio; la tua anima
contempli nell’infinito volgersi dell’onda; né il tuo cuore è un abisso
meno amaro.
Con voluttà t’immergi dentro la tua figura, con gli occhi
l’afferri, con le braccia, e il tuo cuore del rumore di sé si libera se
ascolta quel lamento indomabile e selvaggio.
Entrambi tenebrosi, e discreti: nessuno in fondo ai tuoi
abissi, uomo, è disceso mai, nessuno, mare, conosce gli intimi tuoi
tesori, perché gelosamente li tenete segreti!
Pure, senza rimorso né pietà dai secoli dei secoli vi
combattete, tanto vi stanno dentro il cuore carneficina e morte, o
lottatori eterni, o fratelli implacabili!
Charles Baudelaire
El
hombre y el mar, Charles Baudelaire
¡Hombre libre, tú siempre has de querer al mar! El mar es el
espejo donde tu ser se mira En la onda que hacia lo infinito se estira Y
de ese amargo abismo tu alma está a la par.
Te gusta hundirte en esa
imagen atroz, Tus ojos y tus brazos la abarcan. Y el sonido Que hay en tu
corazón a veces es vencido Por el de ese lamento indomable y
feroz.
Ambos son por igual cerrados y discretos: Hombre, ninguno sabe
si hay fondo en tus honduras, Oh mar, nadie conoce tus riquezas
oscuras, ¡Tanto que se empecinan en guardar sus secretos!
Y sin
embargo, desde siglos innumerables Los dos se están peleando sin tregua ni
piedad. ¡Que manera de amar la muerte y la crueldad, Oh eternos
luchadores, oh hermanos implacables!
(Les Fleurs du Mal, 1857.)
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