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QUIZÁ FUE HACE MUCHO TIEMPO, EN LAS AURORAS DEL MUNDO ,
CUANDO UN NIÑO HUMANO,
SOÑÓ POR PRIMERA VEZ ESTOS REINOS.
O MÁS PROBABLEMENTE FUE EL RETOÑO DE UN HADA
EL QUE SOÑÓ EL UNIVERSO ... Pierre Dubois
Tal vez la vida sea una infinidad de cuentos contados al mismo tiempo,
con personajes entrecruzados,coincidencias y divergencias.
Tal vez la vida es presenciar el cuento en el que nos tocó ser protagonistas
y tratar de tomar las decisiones que lo hagan lo mejor posible.
Tal vez la vida sea tratar de disfrutar
todo lo que se pueda y hasta lo que no se pueda
de ese cuento de hadas que es la vida ... Viento Nocturno
 " Las hadas del jardin vienen al amanecer, bendicen las flores y luego se van "
Existen muchas clases de duendes. Son esos seres diminutos que, según el folklore popular,
viven entre las flores, de los bosques, y no hay que confundirlos con los gnomos,
porque los duendes tienen poderes mágicos como las ninfas o las hadas.
El color de su piel puede variar : los hay azules, verdes y rojos, pero los más frecuentes
son los que se parecen al hombre, aunque muchísimo más pequeños.
Sus casas son a menudo grandes setas , y es muy difícil localizar donde se encuentran sus diminutos poblados.
Diminutos en cuanto al tamaño de sus viviendas, pero no en población,
porque a los duendes les encanta vivir en comunidades grandes.
Si quieres buscarlos no es sencillo, pero tampoco imposible;
porque al igual que las hadas o las ninfas, sienten debilidad por los niños,
porque en el fondo ellos son niños, y es fácil encontrarlos si conservas esa chispa de niñez en tu interior,
esa luz de inocencia y fantasía; entonces puedes llegar a verlos y disfrutar de su compañía y sabiduría.
Los duendes son seres mágicos y les gusta transmitir y enseñar su magia,
pero para que ello suceda, debes ser de corazón puro y noble.
Seres Elementales
Hay personas que no creen en aquello que no pueden ver con sus ojos del cuerpo, y tal vez por la misma razón no creen en Dios ni en ángeles, pero negar algo solo porque no puedes verlo te vuelve verdaderamente ciego.Su misión fue trascendental, ayudaron a crear el planeta y sus cuatro elementos (aire, agua, tierra y fuego) mucho antes de que el hombre lo habitara. De ahí el nombre "elementales" . Se dividen en distintos grupos que manejan cada uno de los cuatro elementos, y hoy siguen trabajando para crear y sostener la vida en la tierra.Los Seres Elementales son los habitantes de los elementos que componen el planeta: agua, tierra, aire y fuego, así mismo, son los “Ángeles de la guarda” de la naturaleza. Ellos están encargados de cuidar a Gaia, Pachamama, o Madre Tierra. Entre los elementales encontramos a las hadas, los duendes, gnomos, unicornios, sirenas, sílfides, salamandras y ondinas.Son seres maravillosos que conviven con nosotros y les encantan los niños. Muchos de ellos las ven desde pequeños, ya sea como amigos imaginarios o como destellos de luces de colores. Tener elementales cerca es un símbolo de energía de felicidad y armonía.
Los elementales habitan en un plano distinto al nuestro por lo tanto no son visibles. Sin embargo podemos atraerlos, llamarlos y hasta verlos si les pedimos permiso y nos comprometemos con el medio ambiente.Antiguamente, los elementales eran muy conocidos, ya que se hablaba de bellas mujeres en leyendas de amor, contadas por marineros, leñadores y pescadores. Al transcurrir los años ha disminuido notablemente su presencia, debido al deterioro que estamos provocándole a nuestro medio ambiente. También se tienen historias de pequeños hombrecitos en el bosque que invitaban a los humanos a conocer su oro. De ahí la leyenda del Día de San Patricio en los Estados Unidos.Los manejan la Ley de transmutación (el poder de cambiar de aspecto), mutando de animal a viento, a nubes o hasta incluso convertirse en pequeñas lucecitas de relámpagos de luz incandescente y colorida, que relucen por un instante. Muchas veces las hadas se manifiestan como mariposas.Las Hadas terrestres viven encima y debajo de la tierra, en las entradas de las cuevas y en pequeños escondites del bosque, mientras que las acuáticas se llaman Ondinas y habitan en las orillas de los ríos, dentro de las fuentes.
Los duendes viven en los bosques y algunos les encanta estar con los humanos que cuidan la naturaleza.Las sirenas son encargadas de cuidar el mar y trabajan con los delfines y ballenas para mantenerlo lleno de luz para contrarrestar la contaminación de los humanos.Estos encantadores seres que han acompañado desde siempre al hombre, tal vez volverían a acercarse si pudiésemos recuperar la inocencia de la niñez.Los elementales tienen un tipo de vibración eléctrica que los hace moverse a la velocidad de la luz y así se trasladan de un sitio a otro, es una vibración energética sutil , y nuestra materia vibra a una velocidad mucho mas lenta, por eso no podemos verlos con los ojos físicos, pero cuando, por factores energéticos o por el deseo de quien quiere verlos ( de un modo sincero y no agresivo) baja la vibracion y ellos pueden materializarse y nosotros podemos verlos, cosa que no ocurre con tanta frecuencia. Ellos son muy sensibles, a la menor sensación de amenaza huyen a sus refugios energeticos, y se camuflan según el elemento que predomine en el lugar (aire, tierra, agua o fuego) Por eso suelen verlos los niños y los seres de alma pura, mas conectados con la naturaleza,con la magia, ellos creen que todo es posible, y entonces simplemente lo es. Cuando crecemos nos llenamos de prejuicios, de resentimientos, nos " contaminamos ". La buena noticia es que nunca es tarde para volver a sentir como ese niño o niña que fuimos.
“ Sii eloquente, profondo e tenero; guarda, con occhio limpido, nella natura e nella vita;
apri le candide ali del pensiero, e librati sul mondo turbinoso al disotto,
su per i lunghi sentieri delle stelle fiammeggianti fino alle porte dell’eternità .”
J.K Jerome
" Que seas elocuente, profundo y tierno; mira, con ojo límpido, en la naturaleza y en la vida;
abre las cándidas alas del pensamiento, y balanceate volando sobre el mundo vertiginoso de abajo,
arriba por los largos senderos de las estrellas encendidas hasta las puertas de la eternidad. “
EL REFUGIO DE LOS SERES MAGICOS
Hace mucho, muchísimo tiempo, cuando el mundo comenzó a ser mundo aunque nadie lo nombrara, los gnomos, duendes, hadas y demás elementales de la naturaleza convivían armoniosamente cumpliendo cada uno su función, eran felices, libres y amaban todo lo que tuviera vida, por eso lo cuidaban con todo esmero, pero cuenta la leyenda que cierto día, descubrieron que otro tipo de vida ocupaba el mundo, unos seres altos, con orejas redondeadas, algunos no sabían ni siquiera jugar ni reír, no eran muy amigables y comenzaban a volverse una plaga, eran los seres humanos.
Como los elementales de la naturaleza habitan en mundos sutiles, fácilmente podían hacerse invisibles para protegerse y eso hacía cada vez que algún ser humano se acercaba. Un día un pequeño gnomo observó a un niño jugar y sintió deseos de acercarse, los seres mágicos pueden captar la energía de las personas con una gran precisión, y los niños son puros, inocentes, tienen el corazón, el alma y la mente abierta, entonces se acercó y lo saludó, el niño al principio se sorprendió un poco pero al final se hicieron amigos. Desde aquél día, el duendecito y el niño se encontraban todos los días y jugaban juntos, entonces los otros seres mágicos decidieron que no tenían razones para temerles a los hombres y de a poco comenzaron a hacerse visibles en diferentes lugares, además, tenían mucha curiosidad por ver que cosas tenían las personas, que hacían, los gnomos son muy curiosos, pero las cosas no resultaron como esperaban, los humanos se asustaban muchísimo, gritaban, algunos querían matarlos diciendo que eran una especie de rata salvaje, otros querían atraparlos para investigarlos, otros decían que eran extraterrestres , otros, y esto les resultaba lo mas triste de todo, los ignoraban por completo, decían que no existían, que eran supersticiones, fantasías, alucinaciones y que se yo cuantos disparates mas. Pero eso no fue todo, se dieron cuenta que los humanos arrancaban las flores que ellos tanto cuidaban, que cortaban los árboles, que encerraban a los animales, que contaminaban el aire, ¿Cómo podían ser tan malos? Los pequeños seres mágicos se enojaron mucho, y así como saben ser tan alegres y juguetones, también saben ser muy malos cuando los hacen enojar mucho, entonces comenzaron a hacer travesuras a las personas, como esconderles cosas, confundirlos, comer su comida y todo lo que se les ocurriera para molestarlos, sin embargo, otros gnomos como este pequeño que se había hecho amigo de aquel niño, sabían que no todos los seres humanos eran así, y como cada vez era mas la persecución y la hostilidad entre los seres mágicos y los humanos, los primeros se reunieron para buscar una solución. Allí fue cuando un gnomo muuuuuy viejito les contó que existía una poderosa bruja , que vivía en una casita oculta en el bosque, era mitad humana y mitad mágica, La bruja Urala, ella era la única que podía ayudarlos a encontrar una solución para volver a ser libres y felices como lo eran antes.
Partieron todos juntos muy temprano, cuando aún es sol se estaba desperezando, y caminaron largo rato siguiendo al viejo duende que era el único que conocía el camino hasta la choza de la bruja Urala. Cuando llegaron la bruja los recibió un poco sorprendida, no estaba acostumbrada a recibir muchas visitas, el gnomo viejo le contó a la bruja todo lo sucedido, ¡ Ya no sabemos que hacer !, los humanos nos invaden, nos destruyen nuestras casitas, lastiman a la naturaleza y ya no podemos controlar cuando ser visibles y cuando volvernos invisibles! Necesitamos tu ayuda Bruja Urala, sos la única que puede ayudarnos! Suplicó el gnomo. La bruja pensó, pensó, se rascó la pera, como suelen hacer las brujas cuando piensan, dio algunas vueltas alrededor de la mesa hasta que dijo: ¡Ya está! ¡Tengo la solución! La bruja les explicó que debía preparar un conjuro mágico, y que mientras tanto, podían quedarse todos en su casa, era el mejor refugio, una vez que el hechizo estuvo listo, con su mágica varita comenzó a vociferar extrañas palabras brujeriles ,a sacudir su varita como dirigiendo una orquesta miles de estrellas de colores iluminaron la choza como si fueran fuegos artificiales, las criaturas mágicas estaban en silencio. Cuando todo terminó, Urala les dijo : a partir de hoy, cada vez que estén en presencia de un humano, tendrán la apariencia de simpáticos muñecos, y ya no los perseguirán mas, con el tiempo, los humanos olvidaran toda ésta historia y ya no creerán en su existencia, pero cada vez que los humanos se alejen, cada uno de ustedes volverán a la normalidad y podrán vivir libres y felices como lo eran antes, solo podrán verlos alguna vez algún niño o algún hombre con la mente y el alma lo suficientemente pura como para creer.
Y así fue como los seres mágicos volvieron a ser felices viviendo entre los humanos pero sin ser molestados por ellos.
Solo quien esté dispuesto a querer y cuidar a estos pequeños seres mágicos puede llevárselos, son aparentemente muñecos, pero si los cuidas y los tratas bien van a ayudarte y a traerte suerte en agradecimiento. No lo olvides, ellos te están esperando …
Laura Colagreco
Dos duendes y dos deseos
Hubo una vez, hace mucho, muchísimo tiempo, tanto que ni siquiera el existían el día y la noche, y en la tierra sólo vivían criaturas mágicas y extrañas, dos pequeños duendes que soñaban con saltar tan alto, que pudieran llegar a atrapar las nubes.Un día, la Gran Hada de los Cielos los descubrió saltando una y otra vez, en un juego inútil y divertido a la vez, tratando de atrapar unas ligeras nubes que pasaban a gran velocidad. Tanto le divirtió aquel juego, y tanto se rio, que decidió regalar un don mágico a cada uno.- ¿ Qué es lo que más desearías en la vida ? Sólo una cosa, no puedo darte más - preguntó al que parecía más inquieto.
El duende, emocionado por hablar con una de las Grandes Hadas, y ansioso por recibir su deseo, respondió al momento.
- ¡ Saltar ! ¡ Quiero saltar por encima de las montañas ! ¡ Por encima de las nubes y el viento, y más allá del sol !
- ¿ Seguro ? - dijo el hada – ¿ No quieres ninguna otra cosa ?
El duendecillo, impaciente, contó los años que había pasado soñando con aquel don, y aseguró que nada podría hacerle más feliz. El Hada, convencida, sopló sobre el duende y, al instante, éste saltó tan alto que en unos momentos atravesó las nubes, luego siguió hacia el sol, y finalmente dejaron de verlo camino de las estrellas.El Hada, entoces, se dirigió al otro duende.- ¿ Y tú ?, ¿ qué es lo que más quieres ?El segundo duende, de aspecto algo más tranquilo que el primero, se quedó pensativo. Se rascó la barbilla, se estiró las orejas, miró al cielo, miró al suelo, volvió a mirar al cielo, se tapó los ojos, se acercó una mano a la oreja, volvió a mirar al suelo, puso un gesto triste, y finalmente respondió :- Quiero poder atrapar cualquier cosa, sobre todo para sujetar a mi amigo. Se va a matar del golpe cuando caiga.En ese momento, comenzaron a oír un ruido, como un gritito en la lejanía, que se fue acercando y acercando, sonando cada vez más alto, hasta que pudieron distinguir claramente la cara horrorizada del primer duende ante lo que iba a ser el tortazo más grande de la historia. Pero el hada sopló sobre el segundo duende, y éste pudo atraparlo y salvarle la vida.
Con el corazón casi fuera del pecho y los ojos llenos de lágrimas, el primer duende lamentó haber sido tan impulsivo, y abrazó a su buen amigo, quien por haber pensado un poco antes de pedir su propio deseo, se vio obligado a malgastarlo con él. Y agradecido por su generosidad, el duende saltarín se ofreció a intercambiar los dones, guardando para sí el inútil don de atrapar duendes, y cediendo a su compañero la habilidad de saltar sobre las nubes. Pero el segundo duende, que sabía cuánto deseaba su amigo aquel don, decidió que lo compartirían por turnos. Así, sucesivamente, uno saltaría y el otro tendría que atraparlo, y ambos serían igual de felices.
El hada, conmovida por el compañerismo y la amistad de los dos duendes, regaló a cada uno los más bellos objetos que decoraban sus cielos : el sol y la luna. Desde entonces, el duende que recibió el sol salta feliz cada mañana, luciendo ante el mundo su regalo. Y cuando tras todo un día cae a tierra, su amigo evita el golpe, y se prepara para dar su salto, en el que mostrará orgulloso la luz de la luna durante toda la noche.
Esos momentos de serenidad, donde reina el silencio y los pensamientos son protagonistas,
donde perdemos la mirada a lo lejos, tal vez estés cansado o cansada,
tal vez te sientas derrotado o derrotada. Solo relajate, respira profundo,
no planees nada, en esos momentos, la magia está presente, intentando lograr una armonía,
cosas chiquitas, susurros, leves movimientos, los duendes te acompañan,
disfruta de su compañía, siente el priviliegio de sentirlos cerca.
No tengas miedo, dales permiso para hacerte sentir mejor, te aseguro que te vas a sorprender,
porque te vas a sentir mejor y ellos estaran felices de haber ayudado.
Ellos siempre están cerca nuestro. No lo olvides ...
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