Muchas veces hemos escuchado esta frase a través del tiempo y ni hablar cuando vemos verdaderamente enojado a una persona.
El origen lo tenemos algunos siglos atrás, cuando los caballos eran el medio de transporte común y el jinete controlaba al animal mediante (entre otras cosas) los estribos, que son unas piezas de metal o cuero por lo general, que se unían a la silla de montar mediante una tira ancha de cuero y donde el jinete posaba los pies. Era sin duda la forma de "comunicación" entre el jinete y el caballo; algo que el Gral Paz en su condición de "manco" manejaba a la perfección. Se le indicaba al caballo el tiempo de galope, el de trote, a la carrera, etc.
Pero que pasaba cuando por alguna circunstancias sacaba los pies del estribo o los perdía?? la comunicación con el animal era nula, entonces empezaban los nervios y angustias hasta lograr la calma del jinete sobretodo
De allí cuando alguien “pierde los estribos” por lo general es que ha perdido los nervios, se le ha acabado la paciencia y deja llevarse por sus más bajos instintos o sentimientos; mostrando una actitud impropia y fuera de todo comportamiento racional.