BUENOS AIRES EN EL TUNEL DEL TIEMPO
En el Buenos Aires antiguo existía una red de túneles secretos descubiertos con el pasar del tiempo, muchos por casualidad al cavar cimientos. Todos tenían sus entradas en instituciones públicas, religiosas o residencias importantes. Algunos se conectaban con otros lugares afines o tenían salida al Río de la Plata. Los principales y más antiguos todavía se conservan y se encuentran en la “Manzana de la Luces” y sus alrededores por ser este uno de los núcleos desde donde se fue formando la ciudad.
Por supuesto, éstos están llenos de leyendas, mitos e historias con profusión de versiones, se decía que eran para refugiarse y/o escapar en caso de persecución, para trasladar contrabando o bien para encuentros amorosos secretos, pero también eran usados con otros fines harto curiosos. Uno de ellos nos legó una frase encriptada que los porteños y sólo los porteños usamos con exactitud y perfecto entendimiento, en muchos casos sin siquiera conocer el origen; ésta es “Hacerse la rata” (Significa faltar a colegio sin permiso).
Esta expresión viene del antiguo Colegio Nacional de Buenos Aires. Los alumnos de aquellos tiempos encontraban tediosas las clases de latín, retórica, teología, etc. entonces faltaban a clase, pero no podían vagar por la ciudad, por aquel entonces ésta era más pequeña y la mayoría de ellos vivía en las cercanías y podían ser vistos por familiares o conocidos. Por ende, lo más discreto era esconderse en los túneles de la Manzana de las Luces y distraerse hasta que se hiciera la hora, al decir de los maestros y curas, tal como lo “Hacen las ratas”.
En las fotos vemos el mapa, detalles de la entrada desde el colegio y detalles interiores.
Existen visitas guiadas muy interesantes de la manzana de las luces en general que incluyen la exploración de estas antiquísimas vías subterráneas. Muy recomendables.