LA HISTORIA DE LA CASA MAS ANTIGUA DE LA CIUDAD .
Es la casa más antigua de la ciudad y una de las pocas viviendas coloniales que siguen en pie en Buenos Aires. La construcción data de 1730 y se encuentra en la calle Carlos Calvo nº 319, en el barrio de San Telmo.
La historia de esta casa cuenta que en ella vivió Margarita Oliden, se trataba de la hija del General Oliden, quien fuera el sargento de los mazorqueros, una especie de policía afín al Gobernador Juan Manuel de Rosas. El padre comprometió a Margarita con Ciriaco Cuitiño, jefe de la Mazorca y , parroquiano de la cercana pulpería La Paloma, pero ella estaba enamorada de un payador llamado Juan de la Cruz Cuello que también frecuentaba la pulpería donde conoce a Margarita.
El encierro de ella por parte de su padre fue un obstáculo menor, pues Margarita con sólo 16 años se fugó por un túnel (hoy se puede ver el acceso a través de una puerta trampa de vidrio en el piso del baño de damas del local que hay hoy dia) que comunicaba la casa con la Iglesia de San Pedro Telmo. Los túneles subterráneos eran moneda corriente desde los tiempos coloniales; ya fuera para eventuales escapes o para contrabando. El puerto era siempre el destino final de aquel entramado abovedado. Llegando a servir, incluso, como refugio durante las invasiones inglesas.
Margarita había escuchado la historia de la bruja del túnel, de la maldición del amor hacia toda mujer que pase por este, pero ella creía que no había “maldición” que le pueda ganar al amor que sentía y que su amado jamás le haría algún tipo de daño.
La joven se habría fugado de su casa mediante este tunel subterráneo (aparentemente construido para el contrabando). Escapó con su amante, con quien tenia un hijo en su haber, pero fueron perseguidos por las fuerzas de Cuitiño, y los encontraron en la localidad de Lujan.
Cuando es descubierta por la mazorca. Gran paliza fue la que se llevó el payador Juan Cruz; aunque la peor parte se la llevó Margarita. La Herida de muerte que sufrió no era para ella; sino para su adorado payador. Aquel cuya muerte, no consumada, luego, había sido ordenada por el mismísimo Rosas.
Desconsolada y moribunda, la joven es llevada de regreso a su casa. Y allí, en su cuarto, fallece a pocos días de a aquella trágica embestida. Y qué fue de Juan Cruz Cuello? Dicen que acurrucó fuerte a su pequeño hijo y, envuelto en un poncho, huyó a todo galope de la ciudad. Perdiéndose en el horizonte y en el registro de toda posteridad.
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