Nuestros mayores lo han expresado muchas veces y lo hemos escuchado en varias películas y novelas.
Esta expresión (Cantarle a uno las cuarenta) es una expresión popular y tiene su origen en un juego de naipes muy jugado en España : el “tute”, que se juega con la baraja española y sigue las reglas de los juegos de naipes para conseguir ganar una baza, es decir, el predomino de un naipe de mayor valor facial sobre uno de menor y el predominio del palo que pinta o triunfa sobre los que no.
Además tiene una serie de reglas particulares. Durante el juego son habituales las bravuconadas, las burlas y las amenazas sobre el juego, utilizando expresiones como: “¡Te voy a cantar las cuarenta!”, expresión que se ha convertido en sinónimo de regañar con dureza a una persona sin darle la más mínima opción de réplica, de echarle en cara algún comportamiento inconveniente y censurable, imitando esta baza del juego del “tute” en el que suelen cantarse las cuarenta (como máximo una sola vez en cada partida).