Los jacarandás construyen un cielo violeta hecho de flores para
El mes de Noviembre es esperado por los porteños una de las maravillas naturales de Buenos Aires: el florecimiento de los jacarandás.El paisajista francés Carlos Thays (cuyo nombre perdura hasta hoy en una plaza de Palermo). Él transformó la fisonomía de la ciudad para darle el aspecto que tiene en la actualidad. Viviríamos en una Buenos Aires extremadamente distinta de no haber existido Thays. Al día de hoy, según el último censo, contamos con 11.000 ejemplares de jacarandás.Por su amigable relación con lo urbano,Los jacarandás no tienen un follaje copioso, las ramas permanecen casi desnudas hasta que en un momento se pueblan de un vivo color violeta. Más tarde, se produce una segunda maravilla. Cuando las flores caen, éstas se van depositando en el suelo, y así tapizan las veredas o fluyen por los cordones de las calles porteñas.
Hay cuatro o cinco barrios con la mayor concentración de estos árboles. Primero tenemos el Centro, conformado por los barrios de Monserrat, San Nicolás y Retiro. Las avenidas Roque Saenz Peña y Julio Argentino Roca que parten de la plaza de Mayo están bordeadas por estos árboles emblemáticos. Lo mismo sucede con la enorme y mítica 9 de Julio a lo largo de todo su recorrido, con variable intensidad. Muchos puntos de interés son atravesadas por este recorrido, como la Casa Rosada, el majestuoso Teatro Colón, el Obelisco, la estatua de Don Quijote o el monumento a las Cataratas. Llegando al barrio de Retiro, pueden visitar la tranquilidad de la plaza San Martín o disfrutar de la arquitectura francesa, como es el caso del Palacio Estrugamou.