Ca mina y vive tranquilo entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto te sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Anuncia tu verdad de una manera serena y clara y escucha a los demás, incluso al torpe y al ignorante; también ellos tienen su propia historia. Disfruta de tus éxitos y de tus planes; mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea: ella es un tesoro en el inesperado cambiar de los tiempos. Sé cauto, pues el mundo está lleno de engaños, más no dejes que esto te vuelva ciego; hay muchas personas que luchan por nobles ideales Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto, ni seas cínico en el amor, pues en medio de todos los desengaños el amor es perenne como la hierba. Acepta el consejo de los años y cultiva la firmeza del espíritu para que seas sabio y fuerte; muchos temores nacen de la fatiga y de la soledad. Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo; tú eres una criatura del universo, no menos que las plantas y las estrellas, ¡tienes derecho a existir! Y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera Por eso, debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea y tu sentir de Él. Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz en tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. ¡Sé cauto, esfuérzate por ser feliz!
JUANITA
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