El chicle moderno fue inventado por Thomas Adams en la década de 1860. Adams estaba experimentando con el chicle natural de la savia del árbol de sapodilla, buscando una alternativa al caucho. Después de varios intentos fallidos, probó masticar un trozo y descubrió que era una goma de mascar excelente. Añadió saborizantes y comenzó a comercializar su invento, transformando el chicle en un popular entretenimiento para la boca.