Del salmo 105
R/. Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
En el Horeb hicieron un becerro,
un ídolo de oro, y lo adoraron.
Cambiaron al Dios que era su gloria
por la imagen de un buey que come pasto. R/.
Se olvidaron del Dios que los salvó,
y que hizo portentos en Egipto,
en la tierra de Cam, mil maravillas,
y en las aguas del Mar Rojo, sus prodigios. R/.
Por eso hablaba Dios de aniquilarlos;
pero Moisés, que era su elegido,
se interpuso, a fin de que, en su cólera,
no fuera el Señor a destruirlos. R/.