En 1883 , cuando enviudó de su marido , Salvador María del Carril , Tiburcia Dominguez , ya con 70 años , se dispuso a gastar todo el dinero que su marido le retaceó durante toda su vida . Para ello contrató a un arquitecto francés y le encomendó la construcción de un castillo en una de sus estancias , la elegida fue " La Porteña ", en Lobos y a la vera de una laguna .
(Lobos es una ciudad de Argentina, cabecera del partido homónimo de la provincia de Buenos Aires. Traza su origen a la fundación realizada el 2 de junio de 1802 por José Salgado.)
Cuando la obra estuvo terminada , amueblada y decorada , ella lo habitó y le dejó el casco original de la propiedad para el personal .
En el majestuoso castillo Doña Tiburcia realizó fastuosas reuniones y fiestas congregando a lo más importante de la sociedad porteña de entonces , y residió en él hasta su muerte ocurrida en 1898 .
Con los años y las consecuentes sucesiones familiares las 8 mil hectáreas de la estancia se fueron reduciendo , hoy el castillo solo cuenta con su parque de 350 hectáreas , pero conserva su imponencia y esplendor como cuando se lo inauguró .