Tu felicidad depende en gran medida,
de tu forma de ver las cosas.
La felicidad es un estado de ánimo
que nace en tu interior, y que por lo tanto,
no depende necesariamente de acontecimientos
externos favorables para producirse.
Aunque pueda parecerte increíble,
lo cierto es que...
¡Prueba a sentirte feliz deliberadamente
durante cinco minutos al día!
No trates de sentirte feliz por algo en concreto,
limítate tan sólo a ser feliz.
Para lograr acceder a ese estado,
recuerda cómo te sentiste uno de los días
más felices de tu vida e intenta reproducir
ese sentimiento en el momento presente.
Practicando con regularidad este ejercicio
comprobarás que es posible sentirse feliz
a voluntad y notarás día a día
cómo tus momentos de felicidad
van en aumento.
La felicidad, al igual que sucede con la autoestima,
es algo que depende de nosotros mismos.
Aunque los demás puedan influir
en determinadas ocasiones sobre ella,
en última instancia, de ti depende ser feliz.
Repítete cuando puedas:
Mi estado de ánimo depende de mí.