Estoy básicamente de acuerdo en todo lo que dice, claro está, suponiendo que el sentido de algunos de los conceptos que se nombran fuera el que yo tengo.
p. ej
> En todos los juicios que yo hago sobre ti, hay un juicio sobre mí mismo... Y ambos son igualmente ciertos o falsos. Mientras piense que yo estoy en posesión de la verdad y tú no lo estás, crearé separación, desigualdad y estableceré las bases para que el sufrimiento se instale en mi vida. Lo mismo ocurre si pienso que tú posees la verdad y yo no
Esta es una discusión que yo suelo mantener. La gente nos acusamos unos a otros de juzgarnos y desde luego negamos que uno mismo juzga al otro.
Yo opino que de alguna forma siempre juzgamos y que no está mal porque el sentido que le doy a ese “juicio” es el de evaluación de la información que yo tengo. Es decir, de una persona, de una situación, o de una persona en una situación yo recibo una información. De esa información llego a una evaluación a una conclusión.
Es difícil y no sé hasta qué punto razonable quedarse con la información sin llegar a mas nada.
Es decir, no podemos, no es conveniente etiquetar, pero, teniendo sumo cuidado, de alguna forma también el manejo de las etiquetas nos facilita la vida. La cuestión es que no NOS LA SIMPLIFIQUE.
Es lo que procuro evitar cuando “enjuicio”, cuando juzgo a una persona o situación o persona en situación. Se puede dudar de mi , de mi palabra, y es cierto que no siempre lo hago, pero solo puedo “declarar” que sinceramente me esfuerzo desde hace muchos años en ese ejercicio de forma que ya es casi un hábito.
ø La realidad es que ambos poseemos una parte de la verdad y una parte de ilusión. Los dos miramos al mismo elefante, pero tú ves la cola y yo veo el tronco. ................ me es imposible ver el significado de tu parte."
De acuerdo, así es como yo pienso. Pero también cabe otra posibilidad, y es que ninguno poseamos siquiera parte de la verdad porque uno o ambos tenemos un “filtro” que nos desvirtúa la visión, podemos hasta estar viendo ese tronco o esa cola completamente deformados.
Y /o podemos ser conscientes de que estamos viendo uno la cola y otro el tronco y saber que son de un elefante, pero eso sí, tampoco veríamos todo el elefante y tal vez incluso la imagen que pudie´ramos hacernos de él sría muy equivocada porque en las partes que nos falta por ver pudiera tener unas características especialísimas que harían de ese elefante algo muy especial. Esas características además podrían ser agradables o desagradables por no decir buenas o positivas o malas o negativas.
Todo eso cabe.
Pero es cierto, cada quien va a ver la parte del animal en función también de dónde esté situado cuando lo mira. En lo alto, a ras de suelo de frente, de costado…
Para salvar , en la medida de lo posible esas “diferencias” en nuestras percepciones de la verdad es que defiendo, soy muy partidaria de escuchar cual es la percepción del otro y de informar acerca de la mía.
Para este acercamiento es básico algo clave y fundamental en tantos campos y aspectos: la voluntad, la buena predisposición ( y que sea honesta, sincera, no vale con que… vaaaaale, a verrr, qué tienes que decir???)
Es cierto qu eprobablmente uniendo nuestras informaciones tampoco consigamos ver todo el elefante, pero no negaríamos que nos ayudaría a ambos a tener una mejor percepción del mismo y por tanto a conocerlo y por tanto a comprenderlo mejor.
Ycuando se conoce y se comprende,se facilita el camino al afecto, o cuando menos se dificulta el camino al miedo, a la huída, al desencuentro.
Con todo ello, ahora sí, entiendo que además, hay que aceptar, uno debe aprender a aceptar al otro, pero no necesariamente ha de ser sin “conocerlo”, sin saber cuál ha sido su percepción del elefante,
Y a mí se me hace muy interesante que cada quien se mire su interior y analice su porqué acepta esa búsquefda de conocimiento de un uno mnientras niega en rotundo conocer a otro.
El juicio comparativo que se hace es falso, y al menos tendríamos que ser conscientes , honestos y valientes para reconocer que algo ( ese juicio quizá que proyectamos sobre ese otro al que no queremos conocer) nuestro no nos gusta y no queremos enfrentar y es ahí donde forjamos grandes resistencias para ese conocimiento.
En lo demás estoy igualmente de acuerdo. Tan solo reseñar cuánto se dificulta la aceptación de tu responsabilidad en el dolor cuando la variable externa es excesivamente fuerte o extraña.
Intento explicarme. Ante una situación de terror me agitaré y sufriré mucho, cierto que tengo una responsabilidad en cuanto a qué tanto sufra.
La evaluación de la situación, lo que anticipo de daño. Puedo tratar de relajar mi cuerpo, mi respiración,..., la agitación a su vez provoca más tensión por lo que está en mi actuar sobre ella para que no llegue a determinado límite. También un control sobre el pensamiento , controlar las “ideaciones” las imágenes del futuro horrible que se viene encima, de acuerdo,
Pero si lo que tengo delante es un león y no hay mucho sitio donde guarecerse y está ciertamente cercano, eso... es parte de la realidad y también cuenta.
De forma que no me gusta cuando se trata de “responsabilizar “ tanto al ser humano "sufriente" de su propio sufrimiento, porque por un lado no se me hace que se sea mucho más realista con la situación que enfrenta que ese ser humano sufriente ( si bien, la "irrealidad" sea de signo contrario), pero además se me hace que en determinadas situaciones de la vida de algunos de esos sujetos puede resultarle dañoso el que quiera hacerse cargo de una responsabilidad completa sobre algo que no es del todo suya.
Al aceptar la validez de tu experiencia sin intentar cambiarla, sin intentar que sea algo más parecida a la mía, .................Cuando se le da la bienvenida a cada parte, el todo empieza a tomar forma y resulta más fácil comprender y apreciar el significado de las partes....."
Aquí, mi experiencia me dice que conviene , para no malentender, que dar o pedir información acerca de “Tu/mi” experiencia no tiene nada que ver con intentar cambiarla, es precisamente intercambiar información, eso mejora el conocimiento. Tengo frecuentes experiencias en que la gente parece quejarse de que se les intenta cambiar o de que se les acusa de querer cambiar.
Esta afirmación que sigue, no debo entenderla muy bien pues no considero que deba tomarse como una “máxima”
Un mundo que pretende conseguir un acuerdo, encontrará conflicto y sectarismo. Un mundo que proporciona un espacio seguro a la diversidad, encontrará la unidad esencial para convertirse en entero. Frente a los opuestos tenemos dos opciones: resistirlos o abrazarlos. Si los resistimos, provocaremos un conflicto entre el yo y el otro. Si los aceptamos, los integraremos como agentes dinámicos y originaremos una transformación alquímica en el interior del yo.
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Por qué?, Volvemos al principio, depende de qué significado tengan algunos conceptos.m Para mí conseguir un acuerdo vendría a ser ( desde un punto de partida positivo, constructivo, tolerante..) es algo más parecido a un pacto o a un quizá dejar nuestras percepciones en su justo lugar , es decir, como tales percepciones y no como realidades verdaderas al margen de nuestra percepción. Eso es para mí buscar un acuerdo, quizá el que la distancia entre ambas percepciones no es tan larga. Precisamente porque acepto y no niego que percibo las cosas de determinada forma ( a veces políticamente incorrecto), me permite admitir que pudiera no ser tan radical como lo veía. Si me niego a admitir qué intereses internos me están “mediando” en esa percepción, entonces si voy a aferrarme a MI percepción como “la verdad”.
Bueno está en ciertas conversaciones bobas, intrascendentes, pero cuando dos personas se sienten o quieren ser amigas o pareja, existen temas, conversaciones en las que es importante, muy importante saber qué está entendiendo cada uno porque si no puede con mucha suerte más temprano que tarde terminar como el rosario de la aurora y alguno o ambos muy dañados.
Pactemos
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No hay necesidad de apagar la luz del prójimo para que la nuestra brille” (BARUCH).