De quererlo tanto Las noches se hacen largas y el silencio es un espanto. Las horas se entretienen y las manecillas del reloj ahora están jugando.
De quererlo tanto no concilio el sueño y para que amanezca ¿Por que debo esperar tanto? Mi mente laberinto que no encuentro la salida y se que el me está llamando.
De quererlo tanto me faltan las palabras y me ahogo con el llanto. Siento que sus brazos me extiende esperando que sea yo la misma que siempre de el primer paso.
Esta vez no lo daré... para que el también lo sienta ¡Que amargo es el desencanto! Que sufra lo que sufrí yo por quererlo tanto... Si me llama le diré: que deberá ser la sombra que va siguiendo mis pasos.
Que deberá ser la voz cuando estoy cantando. Que deberá ser la piel en que me voy deslizando cuando hacemos el amor hasta que despierten los pájaros.
Si acepta, lo abrazaré y besaré hasta el cansancio. Le daré a beber de mi fuente mieles puras, hasta saturarlo. Pero si no me llama... lo lamentaré y me arrepentiré sin dudarlo de haberlo querido ¡Tanto!