Muchas personas se conceden cierta forma de fantasía, de soñar despierto, de cuando en cuando.
No hay nada de malo en eso mientras la cantidad de tiempo que se destina a esta actividad no sea excesiva, pero lo importante es asegurarse de que la naturaleza de esas fantasías sea positiva y constructiva. Usted, mientras no duerme, siempre está pensando y se sabe que de la selección de esos pensamientos depende su destino.
No permita que esos sueños se conviertan en una evasión de la realidad, porque eso equivale a huir de sus problemas.
Es una fuga cobarde, como el consumo de drogas. Soñar despierto es una evasión cuando uno imagina algo agradable que, sin embargo, uno piensa que nunca podrá ocurrir porque sería demasiado bueno para ser cierto.
Semejante fantasía es una pérdida de tiempo y energía para el alma, enerva toda la mente. El sentimentalismo sobre el pasado irrecuperable pertenece a la misma categoría.
Algunas personas se imaginan toda clase de situaciones desagradables que podrían sufrir .
Recrean conflictos imaginarios, injusticias hipotéticas, accidentes e infortunios de todo tipo, y como en efecto creen, sólo que con demasiada intensidad, que esas cosas podrían ocurrir, que probablemente les ocurrirán, y como el pensamiento es creativo, atraen efectivamente esos males.
Asegúrese que sus fantasías giran en torno a sucesos que a usted realmente le gustaría encontrar en su vida.
Usted sabe que cualquier cosa buena es posible, recuerde el poder creativo del pensamiento, y sus fantasías se harán realidad y recibirá gran provecho.
Emmet Fox
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