El sentimiento que probablemente más confusión produce a la hora de definirlo es el amor. Lo primero que hay que tener claro es de qué tipo de amor hablamos. ¿Un amor apasionado, un amor fraternal o un amor asfixiante quizás? Este sentimiento suele ser mostrado como el más bonito de este clan, aunque en ocasiones lo único que consigue es apagar lentamente los colores que rodean tus días.
Sensaciones como "mariposas en el estómago", "estar flotando", todos eso que supuestamente se siente al ver a esa persona tan especial que ocupa tus pensamientos, son unas de las maneras más recurrentes de explicar el amor. Pero y ¿por qué no tristeza, desasosiego o inquietud no son utilizados? ¿Acaso no todo el mundo los sufre alguna vez al enamorarse? ¿Acaso no son sensaciones universales? Es ilógico querer pintar las paredes de tu mundo de color rosa sabiendo que la pintura tarde o temprano, se agrietará y dejará al descubierto de nuevo el gris anterior.
"Todos dicen te quiero" dice la canción de Paco Bello, y es cierto, en algún momento de su vida todos lo hacen, todos quieren enamorarse. ¿Por qué? ¿Qué tiene este sentimiento que no tengan otros? Al fin y al cabo no es tan fantástico como lo pintan, es más, duele... y duele de tal manera que inspira. La mayoría, por omitir el todo, de los mejores escritores, pintores, compositores, etc. tuvieron un amor asfixiante que al mismo tiempo que oprimía su corazón y salud emocional, dejaba volar libre la creatividad hasta límites insospechados.
Parece ser absurdo pensar que "el sentimiento más maravilloso del universo" sea a la vez el más venenoso, incluso más que el odio, celos o envidia, ya que el amor puede englobar a todos estos y hacerlos suyos.
¿Seríamos capaces de imaginar tal vez una despedida del ser que mantiene en vilo nuestras almas? ¿Duele verdad?

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