Consejo de los Ángeles: El poder y el amor son como el agua y el aceite: no se pueden mezclar.
Hay demasiados seres humanos que confunden el poder con el amor. Cuando intentamos cambiar la vida de alguien porque creemos amarlo y saber qué es lo mejor para él, no estamos amando, sino dominando. Cuando utilizamos el dinero o la influencia para intentar comprar el amor, lo que obtenemos es servidumbre, no devoción.
Por supuesto, hay personas que prefieren ceder el poder a otros y eludir su responsabilidad, porque confían en su capacidad para tomar decisiones. Es algo habitual en muchas relaciones y es posible que aquellos que lo reciben crean sinceramente que actúan conforme al deseo del otro, es decir, que dominar es amar.
Pero los ángeles saben que el amor verdadero no busca el poder, sino la felicidad de la persona amada. Cuando amamos de verdad, queremos que el otro descubra su potencial y sea responsable ante sí mismo, no ante nosotros.
¿Tienes o has tenido una relación que implique un juego de poder? ¿Ejerces tu poder sobre alguien? Si es así, ¿por qué? ¿Intentas controlar de alguna forma a la persona que amas?
Date cuenta de que no tienes que entregar ni asumir el poder para que te amen.
Meditación de los Ángeles: Soy el compañero y no el director de la persona que amo.
|