Consejo de los Ángeles: No es necesariamente así
Todos creemos conocer la realidad. Aquella mesa de allí es real; el sol que brilla sobre nuestras cabezas es real; la vida es real. Sin embargo, los budistas ofrecen una versión completamente distinta, según la cual, la existencia terrenal, con todas sus cosas supuestamente tangibles, es una pura ilusión, mientras que otras, no necesariamente visibles a nuestros ojos, son la realidad verdadera.
La realidad es como un acróbata que se dobla y se retuerce en múltiples posiciones que escapan a cualquier predicción. Lo “real” puede constituir una trampa, porque si nos quedamos en una concepción estrecha de la realidad, limitamos muy seriamente nuestra capacidad de comprender, de cambiar y de identificarnos con los demás.
Por ejemplo, puede ser real que tu relación amorosa haya dejado de funcionar, pero ¿estás seguro de que “salvarla” forma parte de la realidad de la situación? ¿No será más real pensar: “esta relación me hace tan desgraciado que me fuerza a crecer y a cambiar”?
Los ángeles se mantienen cerca para recordarnos que la realidad es una elección porcentual que siempre podemos cambiar, para abrir nuevos caminos a la esperanza. Puede que ponerle límites concretos nos proporcione mayor seguridad, porque de ese modo creemos que la vida está controlada, pero cuando tenemos el valor de admitir que nada es lo que parece somos mucho más creativos en la formación de nuestro destino.
¿Tiendes a ver la realidad como algo sólido? Invierte un momento para comprobar tu opinión sobre lo que es real. ¿Qué sientes cuando piensas en la posibilidad de que lo que te parece real no lo sea? ¿Cuántas cosas has invertido en tu concepción de la realidad?
Meditación de los Ángeles: Me mantengo siempre abierto a versiones nuevas e interesantes de la realidad
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