La vida es un perpetuo abrazo. Podemos abrazar la vida o huir o atacar la vida. No existe otra opción.
Cuando no estamos abrazando la vida, la estamos sufriendo, cuando no abrazamos la vida, nos estamos congelando. La vida es fuego, es fuego eléctrico, el fuego del amor. Es fuego magnético, es fuego de atracción. Es fuego de comunicación, es un permanente fuego. La vida es un viento que mueve el fuego y el fuego es el amor.
Donde no hay amor estamos en pasado o en futuro, renunciamos al presente y cuando renunciamos al presente renunciamos a la vida.
La ley de la vida es aprender. Cuando te sientes aprendiz eres humilde y si eres humilde tienes apertura amorosa y si tienes apertura amorosa tienes cordialidad y si tienes apertura amorosa más cordialidad tienes empatía. Tienes simpatía, tienes resonancia, tienes comunicación fluida y tienes paz.
Y no tienes paz porque conquistes la paz sino porque reconoces la paz que hay en ti. Todas las cosas estaban ahí: la paz, el amor, la libertad, la materia, la energía, la información, la conciencia, la perfección.
No había que buscar la perfección, acuérdate. Ya éramos perfectos así como éramos. El único problema es que aunque las cosas estaban, éramos nosotros los que no estábamos.
Jorge Carvajal Posadas - La Cordialidad
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