La polémica está servida para los que defienden que el uso de sulfitos en los vinos es saludable ya que una reciente investigación de ingenieros agrónomos sobre el medio ambiente, indica que las uvas ecológicas dan vinos más saludables al ser estas en si mismas más saludables.
Y según el estudio hay dos razones por las cuales esto es así. La primera es porque la uva contiene menos concentración de sustancias fitoquímicas procedentes del cultivo tradicional con métodos sanitarios químicos y la segunda razón es porque tienen más cantidad de sustancias antioxidantes y polifenoles. Digamos que el guante está lanzado y ahora quien tiene que demostrar que sus vinos son al menos tan saludables como los ecológicos son el resto de bodegas (la mayoría actualmente).
Los efectos positivos del vino sobre la salud de nuestro corazón casi nadie ya lo pone en duda (y cuidado que siempre que se habla de este tema, estamos hablando de un consumo moderado), debido a los compuestos polifenólicos (antioxidantes) que se encuentran, sobre todo, en la piel y en las pepitas de la uva, por supuesto hablamos del vino tinto, ya que el blanco se elabora con la pulpa de la uva y ésta presenta una concentración muy baja de dichos compuestos. Así mismo, la cantidad de polifenoles en la uva va a depender principalmente de la variedad de la vid, del clima, del terreno y de las prácticas de cultivo.
Por ello y cada vez mas se está consumiendo en Europa el vino ecológico, pero ¿en que consiste?. Para que un vino ecológico sea así considerado varios son los requisitos que el reglamento marca para entrar en la categoría de Vino Ecológico dentro de la Denominación Genérica “Agricultura Ecológica”, a saber: los campos deben ser abonados con abonos orgánicos naturales, sobre todo los que son de origen vegetal procedente de residuos del propio cultivo, como orujos o sarmientos triturados.
También se admite el estiercol de animal y el compost y quedan totalmente prohibidos los abonos minerales, especialmente los nitrogenados y para la buena conservación de la flora microbiana del suelo queda totalmente prohibida la quema de los restos del cultivo. Otros requisitos imprescindibles son que la conservación y el embotellado del vino se hagan sin tratamientos y que la vinificación se haga sin el antiséptico y antioxidante SO2, que tiene efectos negativos en la salud.
Recordad que un vino ecológico siempre llevará en su contraetiqueta el certificado de que forma parte de la Denominación Genérica “Agricultura Ecológica.
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