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General: LA LLAVE DE ORO
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Bella Anima  (Mensaje original) Enviado: 21/08/2011 14:35

La llave de Oro
 
 
 
 

Lee La Llave de Oro varias veces. Haz exactamente lo que dice
 y si eres bastante persistente, vencerás cualquiera dificultad.
Emmet Fox

La llave de oro:
LA ORACIÓN científica te hará, tarde o temprano, apto para
salir tú mismo  o para sacar a otros de cualquiera dificultad
existente sobre la faz de la tierra. Es La Llave de Oro de la
armonía y de la felicidad-

Para aquellos que no están familiarizados con el poder mayor
que existe, eso parecerá una aserción aventurada, pero sólo
 bastará que se haga una honesta prueba para demostrar sin
sombra de duda que ello es lo cierto. No necesitas creer en
lo que se te diga al respecto, sencillamente, pruébalo
por tí mismo y verás.

Dios es omnipotente y el hombre ha sido hecho a  Su imagen
y semejanza y tiene dominio sobre todas las cosas. Esta
enseñanza inspirada debe ser tomada literalmente, por su valor
actual. Aquí el hombre quiere decir todos y cada uno de los
hombres y, por tanto, la habilidad para disponer de este poder no
es la prerrogativa especial del místico o del santo,  como
frecuentemente se supone, ni aún del practicante de la Verdad
mejor entrenado.

Quienquiera que seas, dondequiera que
 estés, La Llave de Oro de la armonía se halla en tu mano
ahora mismo. La razón de ello es que en la oración científica
es Dios el que obra, no tú por lo cual tus limitaciones y debilidades
particulares no entran para nada en el asunto.

Tú eres únicamente el canal a través del cual tiene lugar, la acción
divina y tu conducta para recibir los beneficios de este
tratamiento realmente no será otra que apartarte a un lado.
Los principiantes obtienen con frecuencia notables resultados
a las primeras pruebas, porque todo lo que es absolutamente
esencial es mantener una mente receptiva y suficiente fe para
probar el experimento. Aparte de eso, se puede tener cualquier
punto de vista religioso o no tener ninguno.

En cuanto al actual método de obrar, como todas las cosas
fundamentales, es la sencillez misma. Todo lo que tienes que
hacer es esto: Dejar de pensar en la dificultad, y en su lugar
pensar en Dios.

Esta regla completa y si no haces más que
esto, la dificultad, cualquiera que sea, no tardará en
desaparecer. No hay diferencia en la clase de dificultad que
sea. Puede ser grande o pequeña; puede ser concerniente a la
salud, a las finanzas, un pleito judicial, una riña, una casa
incendiada o cualquiera otra cosa concebible; pero sea
lo que fuere, simplemente deja de pensar en ello, y en su lugar
piensa en Dios -eso es todo lo que  tienes que hacer.

¿Podrá haber cosa más sencilla? Dios mismo casi no podría
hacerla más sencilla y sin embargo nunca falla cuando se
aplica debidamente.

No trates de formar una imagen mental
de Dios, lo cual, por supuesto es imposible. Obra repitiendo
todo aquello que sepas acerca de Dios. Dios es Sabiduría,
Verdad, inconcebible Amor. Dios esta presente en todas
 partes; tiene infinito poder; todo lo sabe; y as
sucesivamente; No importa lo bien que creas que
entiendes estas  cosas; repítelas sin cesar.

Pero debes dejar de pensar en la dificultad cualquiera que sea.
La regla es pensar en Dios y si estás pensando,  en tus
dificultades, es que NO estas pensando en Dios: El observar
incesantemente los asuntos con sospecha, para  damos
cuenta de cómo marchan, es fatal, porque esto equivale a
pensar en la dificultad, y se debe pensar en Dios y ¡en nada
más! Tu objetivo debe ser borrar la dificultad de tu conciencia,
cuando menos por unos instantes, substituyéndola por el
pensamiento en. Dios. He ahí lo especial. Si puedes quedar
absorto en esta consideración del mundo espiritual de
manera que realmente olvides por un rato todo lo que se
refiere a la dificultad que te indujo a orar,  te encontrarás
seguro y cómodamente libre de esa dificultad -es que has llevado
a cabo tu demostración.

Si quieres aplicar La Llave de Oro a alguna persona que te
incomoda o a una situación difícil, piensa:
 “Voy a aplicar a Pepe o a María La Llave de Oro o a ‘ese
peligro’ que me amenaza”; luego procede a desalojar de tu
mente todo pensamiento que atañe a Pepe o a María o al
peligro, reemplazándolo por el pensamiento en Dios.

Si haces esto con alguna persona, no influirás sobre su
conducta en manera alguna, excepto que le impedirás
hacerte daño o molestarte y con eso sólo le harás un bien.
De allí en adelante es seguro que será una persona
algo mejor, más iluminada y espiritual, nada más que porque
le has aplicado “La Llave de Oro”.

Un pleito judicial que esté pendiente o cualquiera otra
dificultad probablemente
se desvanecerán sin hacerse mas graves,
impartiéndose justicia a todos los implicados en él.

Si puedes hacer esto con prontitud, repite con intervalos
la operación varias veces al día. Sin embargo, asegúrate
de que cada vez que lo haces, retiras todo pensamiento del
asunto hasta la próxima ocasión. Esto es muy importante.

Hemos dicho que La Llave de Oro es sencilla y si lo espero,
por supuesto, no siempre es fácil de aplicar. Si estás muy
asustado o preocupado, puede serte difícil al principio distraer
tus pensamientos de las cosas materiales.

Pero repitiendo constantemente alguna expresión de
Verdad absoluta que consideres importante, tal como “Sólo
existe e! poder de Dios,
o yo soy un hijo de Dios penetrado y envuelto en la paz perfecta
de Dios, o Dios es amor o Dios me guía”, o quizá la más
sencilla de todas, Dios está conmigo, -no importa lo mecánico e
inútil que al principio te parezca este tratamiento- pronto
te darás cuenta de que él empieza a tener efecto y de que
tu mente se aclara. No luches con violencia, sino con quietud
e insistencia. Cada vez que encuentres divagando tu atención,
dirígela de nuevo a Dios.

No pretendas delinear por adelantado la solución que
probablemente deba tener tu problema. Eso sólo vendría a
retardar la demostración. Deja la cuestión de medios y resultado
final estrictamente a Dios. Lo que tú quieres es liberarte de
la dificultad; con eso basta. Haz tu parte, que Dios no fallará
en hacer la Suya.

Sea La Llave de Oro el medio de tu abrir la puerta de la salud,
de la libertad y conocimiento de Dios.
Emmet Fox.
 

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