Tus ojos silencian la noche, tan llenos de calma, tan quietos.
Tus ojos acallan las ramas, juguetes que bailan al viento.
Tus ojos envuelven la niebla que llena la alcoba de sueños.
Parecen dos leños que arden quemando las noches de invierno.
El cielo se agolpa en tus ojos, tejiendo la noche de negro.
Tejiendo las horas nocturnas de cosas que quitan el sueño.
Tus ojos, mujer, amontonan calor de mis años enteros,
los años perdidos de noches
gastadas sin ellos
poema de:
Mariano Estrada
del libro
"Mitad de amor. dos cuartos de querencias"
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