Tu semblante, tan sereno, me recuerda a un estanque de total melancolía; Con sus flores, con sus sones Un sin fín de sinfonías.
Te miraba...y al instante, se expandíeron alegrías por la espuma sin orilla de un mar llamado dicha -es mi dicha-.
Eres lluvia, como eterna melodía Un sinfín de circunstancias con el sol del mediodía, que se alzan en mi alma y en los versos de mi pluma.
¡Abrazando los sentidos! -mis sentidos-.
Sin motivos, sin medida, el amor todo lo invade Es la luz y es la vida -es la vida-.
Es amor, que aligera mi camino y promueve mis mañanas, pone tilde a mi sonrisa dando olas sempiternas -grandes olas-
a las idas y venidas de un mundo que domina -predomina-.
Eres sol que suave irisa -cómo irisa-!!
que no hay brisa que se pueda comparar.
_AmAnEcEr_
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