Aliento de la mañana Que vas robando en tu vuelo La esencia pura y temprana Que la violeta lozana Despide en vapor al cielo.
Dime, soplo de la aurora, Brisa inconstante y ligera, ¿Vas por ventura a esta hora Al valle que te enamora Y que gimiendo te espera?
¿O vas acaso a los nidos De los jilgueros cantores Que en la espesura escondidos Te aguardan medio adormidos Sobre sus lechos de flores?
¿O vas anunciando acaso, Sopla del alba naciente, Al murmurar de tu paso, Que el muerto sol del ocaso Se alza un niño en Oriente?
Recoge tus leves alas, Brisa pura del estío, Que los perfumes que exhalas Vas robando entre las galas De las violetas del río.
Detén tu fugaz carrera Sobre las risueñas flores De la loma y la pradera, Y ve a despertar ligera Al ángel de mis amores.
Y dile, brisa aromada, Con tu murmullo sonoro, Que ella es mi ilusión dorada, Y que en mi pecho grabada Como a mi vida la adoro.
Manuel Acuña
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