¡Ganas de
desaparecer!
¿Ya tuviste ganas de desaparecer?
¿Tirar todo hacia arriba y mudarte a un lugar donde
nadie te
conoce?
Hay veces que uno siente esas ganas, pero ...
¿Será que solucionaríamos nuestros problemas de esa
manera?
Muchos
aseguran que los problemas van con nosotros, por lo
tanto es necesario solucionar y no huir.
¿Será que Dios puede ayudarnos?
Por supuesto que sí, a lo mejor no de la manera que
muchos se imaginan, haciendo un milagro y resolviendo
todo rapidito, pero,
Dios actúa, Él nos pide que compartamos con Él nuestros
problemas y eso nos ayuda dándonos serenidad y
sabiduría, y teniendo a estas dos por consejeras queda
mucho más fácil encontrar una solución.
Acuérdate que el mayor problema Dios ya ha solucionado
para ti. ¿Cuál? La condenación eterna.
Ella fue pagada por Jesús.
Y
el mismo Cristo prometió estar al lado de sus seguidores
todos los días.
Mantente firme,
¡Dios está contigo!
Oremos:
Cúbreme Señor con Tu sabiduría para resolver las
cuestiones
de
mi vida, cúbreme también con serenidad para saber
enfrentar
y de ser posible sobrellevar los obstáculos.
Amén
“Y yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo”
(Mateo 28:20)
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