La vida no es una corrida, sino un viaje que debe ser disfrutado a cada paso y a cada instante.
Hay una frase que dice: Ayer es historia. Mañana es misterio. Hoy es una dádiva. Un regalo. Por eso se llama "presente".
Es que la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Podríamos decir que la vida de un escritor no consiste en la abundancia de libros que ha escrito ni la vida de un cantante consiste en la abundancia de discos que ha grabado. La vida no se mide anotando puntos (como en un juego).
No se mide según los planes que tenes.
No se mide por el número de personas que te siguen.
Tampoco se mide por la poca o mucha fama y dinero que tengas.
¿Entonces qué?
La vida se mide según la siembra. Tal sea tu siembra tal será tu cosecha.
Se mide por los buenos frutos del espíritu que son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
La vida se mide por tus palabras, las cuales Dios toma en cuenta una a una siempre, sean de bendición o de maldición.
Se mide por los juicios que formulas contra otros. No olvides que con la misma vara que midas serás medido...
La vida se mide según a quién amas y a quién dañas.
Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.
Se mide por los compromisos que cumplís y las confianzas que traicionas.
Se mide en como sos como amigo.
Medita en esto:
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Hacer una familia y hacer amigos es una Gracia.
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Tener una familia y tener amigos es un Don.
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Edificar una familia y conservar amigos es una Virtud.
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Mantener a tu familia y ser amigo en este tiempo es un Honor.
No desistas cuando todavía sos capaz de dar un esfuerzo más. Nada termina, hasta el momento en que se deja de intentar.
No te compares con nadie. Todos somos diferentes.
Cada uno de nosotros es un ser único e irrepetible. Nadie podrá jamás clonar un alma.
No fijes tus objetivos sobre la base de lo que otros piensan que es importante.
Vos y solo vos escoges la manera en que vas a afectar a otros y esas
decisiones son de lo que se trata la vida. Eso sí, y este es el secreto: una verdadera vida nueva comienza cuando uno decide tener a Jesús como Señor y Salvador en ella.