NADA PODRA SEPARARNOS
Hola queridas amigas, Creo que todos, en algún momento de nuestra vida, llegamos a sentir la soledad. Esa sensación de que no hay nadie alrededor nuestro, o que nadie nos entiende, o que todos nos abandonaron.
Sea que lo hayas sentido en el pasado o que lo estés experimentando ahora, la verdad es que hay Alguien contigo ahora mismo del cual nadie puede alejarte.
"¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte.
En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total. Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida, ni la muerte, ni los ángeles, ni los espíritus, ni lo presente, ni lo futuro, ni los poderes del cielo, ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios.
¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!" Romanos 8:35, 36-39
"Porque el Señor tu Dios, es un Dios compasivo, que no te abandonará ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que mediante juramento hizo con tus antepasados". Deuteronomio 4:31
"Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, dice el Señor, que de ti se compadece". Isaías 54:10
"Nuestro Dios es como un castillo que nos brinda protección. Dios siempre nos ayuda cuando estamos en problemas." Salmos 46:1
"Así que pon tus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ti. 1 Pedro 5:7
Gracias, Padre Amado por habernos regalada algo tan precioso como La Fe, es lo que dá verdadero sentido a nuestra vida en medio de todas las pruebas, es la que nos llena de esperanza sabiendo que todo lo que nos sucede es para bien, y ello es porque te amamos y hemos proclamado en nuestra vida que TÚ eres el Señor, y por lo tanto eres el que gobierna cada partículo de nuestro ser y eres quien hace todas las cosas maravillosas. Te amo, mi Rey, mi Amor, mi Señor. Amén.