En realidad, ¡cuántas veces es exactamente así como nos sentimos!. Miramos a nuestro alrededor, todo se ve vacío, sin forma y oscuro; no encontramos el camino a seguir para salir de la situación, nos sentimos como prisioneros a veces de las circunstancias, otras veces de nuestros pensamientos; y aun en ocasiones de nuestros sentimientos.
La desesperación hace presa de nuestra alma y no sabemos qué hacer. En medio de todo ese caos, Dios se comienza a mover con Su divino poder creador, y entonces cuando la noche está más negra, se oye la voz creativa de Aquel Dios Todopoderoso que exclama: "Sea la luz" y la luz penetra hasta lo más profundo de nuestro ser, iluminando cada rincón, iluminando cada pensamiento, cada acción, iluminando cada decisión que debamos tomar.
La luz es energía pura, y no hay nada tan poderoso, ni tan energizante como una fe activa en Jesucristo.
Si se siente marchito, ¡pruebe de energizar su vida a través de la fe en El!. Todos conocemos los beneficios de las baterías o pilas; cuántos elementos que usamos diariamente no podrían ser utilizados si no fuera por baterías o pilas que le dan energía para cumplir con su función. Las que hay en el mercado, por potentes que sean, incluso las de larga duración se agotan; pero el poder energizante de Jesucristo que es eterno, no se gasta al penetrar en nosotros con su divina energía, ¡realmente hace que logremos aquello para lo cual fuimos creados!.