LA PRESENCIA DE LO AUSENTE

Hay algo que se habla en psicología y que llaman "la presencia de lo ausente".

Y algunos tenemos por costumbre ejercerlo cotidianamente en nuestra vida. Por ejemplo, entramos en un museo de arte y empezamos a recorrer la galería donde se expone una decena de cuadros, colgados en línea, uno al lado del otro.

De pronto..., encontramos un espacio vacío en la pared, entre dos obras. Y que es lo que hacemos? Inmediatamente fijamos nuestra mirada en ese espacio vacio y comenzamos a hacer suposiciones de lo que alli falta.

Nunca saltaremos el lugar vacío, simplemente ignorándolo… Al contrario, nuestra atención se dirigirá tenazmente al lugar vacío, el “ocupado” por el cuadro faltante.

Asi sucede con nuestra vida, es como una galería de arte y recorriéndola encontraremos siempre el hueco de algunas cosas faltantes.

Más aún, cuando no falte nada quizá inventemos la obra que pudiera estar allí para mejorar lo que se ve…

Todos somos capaces de imaginar una vida más perfecta. Lo destructivo en todo caso es que este imaginario sea utilizado para fabricarnos un argumento que nos condene a vivir pendientes de lo que falta.

Aprendamos a ser agradecido con lo que hoy tenemos, con sus logros, sus dones.

Pablo decía: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18).

Da gracias a Dios y sé feliz.

Graciela

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