ACEPTEMOS LO QUE DIOS NOS HA DADO
"Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén". 1 Pedro 4:11
Escuché una vez la fábula, respecto a unos animales en el bosque, que abrieron una escuela. Las clases que iban a dictarse incluían enseñanza para nadar, volar y correr.
El pato, que era un buen nadador, tenía que practicar como ser un buen corredor. El conejo, que era el mejor de los corredores, tuvo que dejar de correr porque se había quebrado una pata tratando de volar usando sus orejas como alas. El águila, que era buena para volar, tuvo que dejar su profesión para aprender a nadar. Cuando sus inmensas alas se empaparon no pudo casi ni moverse.
Al final del período lectivo ninguno servia o era eficiente en una cosa específica. Todos habían probado de hacer algo para lo cual no estaban preparados o entrenados, y habían fracasado, al no desarrollar sus propias habilidades.
Como la mayoría de las fábulas, ésta tiene una lección moral digna de pensarla y meditarla profundamente.
Todos tenemos habilidades especiales, no debilitemos nuestras áreas de fortaleza en nuestro celo de hacer lo que no podemos. Aceptémonos en la forma única e individual como Dios nos ha creado, y desarrollemos esos talentos al máximo.
Usted no tiene que tratar de ser o hacer como los demás, Dios le ha hecho así como es. Todo lo que Dios espera es que sea lo mejor que puede con lo que Él le ha dado.
Sea el mejor donde Dios le ha puesto con la fortaleza y habilidad con las cuales Él le ha dotado.
Dios los bendiga, Graciela
الفقرة السابقة
أول 