EJERCITE HOY SU FE
"(Abraham) Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios". Romanos 4:20
Quien más, quien menos, hombres y mujeres, jóvenes y niños, tenemos anhelos y sueños, ilusiones que deseamos que se hagan realidad. Hemos aprendido que no sólo debemos desear o anhelar algo sino que es necesario tener fe. Y no es suficiente tenerla, es necesario ejercitarla o ponerla en acción.
Para obtener las cosas que deseamos es necesaria esa clase de fe que cree aunque no haya garantía aparente de lograr algo.
La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, dijo el apóstol San Pablo. O sea que, aunque no haya logrado todavía lo que anhelo, actúo como si ya lo tuviera, hablo como si ya lo poseyera, porque aunque aún no lo palpe, sé que es mío.
Tal vez usted se pregunte: "¿Cómo hago para obtener esa clase de fe?". Muy sencillo, Dios nos da a todos una medida, una semilla de fe, y ésta crece cuando la alimentamos con pensamientos y palabras de Verdad.
Cuando escuchamos la Palabra Viviente de Dios la fe se robustece; cuando oramos con palabra de confianza en el amor del Padre, la fe crece porque la fe viene por el oír la Palabra de Dios.
Cuando usted piensa y habla positivamente, cuando afirma con expresiones sinceras las misericordias del Señor en su vida, entonces la fe se agiganta y puede obtener aquellas cosas que pide o que desea según la voluntad del Padre.
Ejercite hoy esa fe que Dios le ha otorgado, comience a ver aunque vez, oiga aunque no escuche, tenga la seguridad de que lo que ud. dice querer ESO SERA!.
Dios lo bendiga, Graciela.