11- EMOCIÓN: LA REACCIÓN DEL CUERPO A LA MENTE (CONTINUACIÓN)
Una emoción suele ser un patrón de pensamiento ampliado y energetizado, y como su carga energética a menudo es abrumadora, al principio no resulta fácil mantener la presencia necesaria para observarla. Quiere apoderarse de ti y normalmente lo consigue, a menos que haya suficiente presencia en ti. Si te ves arrastrado a la identificación inconsciente con la emoción por tu falta de presencia, lo cual es normal, la emoción se convierte temporalmente en "ti". A menudo se crea un círculo vicioso entre el pensamiento y la emoción, que se nutren mutuamente. El patrón de pensamiento crea un reflejo agrandado de sí mismo en forma de emoción, y la frecuencia vibratoria de la emoción alimenta el patrón de pensamiento original. Volviendo mentalmente a la situación, suceso o persona que percibes como causa de la emoción, el pensamiento alimenta la emoción, que a su vez energetiza el patrón de pensamiento, y así sucesivamente.
Básicamente, todas las emociones son modificaciones de una emoción primordial e indiferenciada que tiene su origen en la pérdida de conciencia de tu identidad real más allá del nombre y la forma. Por su naturaleza indiferenciada, resulta difícil encontrar un nombre que describa con precisión esta emoción. Se parece bastante al "miedo" y, aparte de la sensación de estar bajo una amenaza continua, también incluye una marcada impresión de abandono y falta de plenitud. Quizá la mejor opción sea emplear un término tan indiferenciado como esa misma emoción básica y llamarla simplemente "dolor". Una de las principales tareas de la mente es luchar contra el dolor emocional e intentar doblegarlo, siendo ésta una de las razones de su actividad incesante, pero lo único que consigue es encubrir el dolor temporalmente. De hecho, cuanto más lucha la mente por liberarse del dolor, mayor es éste. La mente nunca puede encontrar una solución y tampoco puede permitir que tú la encuentres, porque ella misma es parte intrínseca del "problema". Imagina a un jefe de policía intentando encontrar a un pirómano, cuando el pirómano es el propio jefe de policía. No te liberarás del dolor hasta que dejes de derivar tu sentido de identidad de la identificación con la mente, es decir, con el ego. Entonces la mente cae derrocada de su lugar de poder y el Ser se revela como tu verdadera naturaleza.
Continuará...
Autor: Eckhart Tolle (de su Libro:"El Poder del Ahora")
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