NO PERMITAS QUE NADIE SE ATREVA A TALAR TU ÁRBOL

No permitas que otros se interpongan entre los deseos de tu corazón y
tu alma.

Ni que nadie cancele tus sueños.

Ni que nadie se atreva a talar tu árbol.

No permitas que los demás se interpongan en tu proyecto de vida.
Lucha por hacer valer tus decisiones : haz que cada partícula de tu
ser se exprese con toda la potencia de la vida.

No permitas que otras personas cancelen tus sueños, que otros decidan
lo que debas hacer. Que controlen tu tiempo ni tu persona, tus amigos ni
tus relaciones ; tus amores, ni a ninguna de las personas que te rodean,
pues si lo permites estarás abriendo la puerta para que ellos entren
a tu vida, y tú salgas a la vez por la puerta de atrás de tu
propia vida.

No permitas que los planes que has hecho para tu vida sean cambiados en
ninguna forma, si no es por intención expresa de tu voluntad.

No permitas que la fuerza de la vida vaya menguando en tu ser. No
permitas que la fuerza de la vida vaya a parar a las manos ni a las
entrañas de otras personas que la tirarán sin miramientos al cesto
de la basura, y que tarde o temprano te dejarán seco con como un
árbol al que no sólo se le ha acabado hasta la última gota de
agua, sino al que han cortado hasta las mismas raíces sobre las que
estaba sustentado, que son tus sueños y todas tus ilusiones por
vivir.

No permitas que otras personas, ni tus amigos ni tus familiares se
interpongan en tu proyecto de vida, ni que por ningún motivo cambien
ni osen destruir los planes que tú has elaborado con tus manos y
desde lo más profundo de tu corazón para tu propia vida, o para
encontrar o conservar a tu pareja.

Porque es un derecho que solamente a tí y solamente a tí
corresponde : el elegir con quién vas a pasar el resto de tu vida.

No permitas que nadie arranque la flor que tú has querido sembrar en
tu jardín y que has cuidado con la suavidad de tus manos y tu
corazón, porque si lo permites, un dia vas a ver esa flor arrancada
por extraños, que no darán un solo centavo por la belleza y
delicadeza de la flor de tu existencia y tu corazón.

No permitas que los demás se interpongan en tus planes, que dicten tu
destino, ni que te hagan dar un rodeo cuando tu intención original
fue ir directamente al grano y obtener todas las recompensas
económicas y materiales, sentimentales o intelectuales que tú has
querido y planeado obtener para tu vida.

No permitas que los demás cancelen tus planes, ni que se interpongan
en la oportunidad para realizar todos y cada uno de los planes que has
soñado tiernamente para tu vida.

No dejes que los demás se acerquen a tus seres queridos, que los
manipulen,
ni que los usen para sus propios fines.

No permitas que otros se acerquen al amor de tu corazón, que te hagan
olvidarlo, ni que te separen de él o ella para siempre, porque tú
mereces ese amor adentro de tu corazón y siempre querrás tenerlo o
tenerla a tu lado para que te acompañe en todos los caminos de la
vida.

No permitas que te marquen el camino a seguir : que te dicten cómo
debe ser tu vida, o de qué color tienen que ser los pantalones o el
vestido que tú usas, porque la vida te fue dada para que la explores
y disfrutes en todas y cada una de sus facetas, desde las más
sencillas hasta las más comprometidas, en todos y cada uno de los
caminos.

No permitas que las relaciones que tú has tejido para tu vida se
rompan, se dañen, ni se olviden.

No permitas que otros decidan lo que solamente tú puedes decidir para
tu vida.

No permitas que otros te marquen el camino, ni abandones tu camino.

Nunca tengas miedo en hablar, en expresar tus opiniones en pro o en
contra de todo lo que te rodea. Haz oír tu voz, tus opiniones. Hazte
escuchar en todas las formas posibles, y posiblemente una parte de lo
que tú digas también va a servirles a los demás.

No dejes que otros se expresen por ti, porque es solamente tu derecho el
hablar por tu propia vida.

Dirígete a lo que quieres lograr en tu vida y trata de desarrollar
todas tus habilidades. Aplica primero en tu propia vida lo que
consideras que es lo correcto, y después si quieres aconseja a los
demás. Tu vida es en lo que debes estar pendiente, no en los defectos
de los demás.

Pon en práctica lo que has aprendido, lo hagas bien o mal. Expresa en
tu propia vida todas tus potencialidades, sin dejar ninguna de lado. No
te fijes en el qué dirán, pues así no vas a poder expresarte ni
desarrollarte.

Lígate con quienes te rodean, comparte con ellos tu vida, y permite
que ellos también lo hagan. Deja que los demás también se
expresen, pues tienen el mismo derecho que tú de hacerlo, y no
obstaculices el desarrollo de los demás.

No seas obstáculo para que quienes te rodean realicen también su
vida. El cariño de su familia, la luz de sus ojos : el latir de su
corazón, la felicidad de su pareja no los obstaculices jamás. No
juegues con la vida de los demás, y trata de que los demás no
resulten perjudicados con tus decisiones.

No permitas que otros decidan el rumbo que han de tomar los seres que
tú amas, así que apóyalos con tu amistad o con tus recursos ;
con tu tiempo, y con todas las fuerzas de tu corazón.

No tengas miedo de recomenzar tu propia vida, por más que te cueste.
Date la oportunidad de volver a empezar, volviendo a expresar los
sentimientos de tu corazón.

Pero no permitas por nada del mundo que los demás se alejen de tí,
sobre todo aquellos que son el amor de tu corazón : cuida al amor de
tu corazón, y no dejes que se aleje.

No permitas que las circunstancias de la vida te aplasten, te separen ni
terminen alejándote de los demás. No dejes que las circunstancias
te impidan seguir conviviendo con los demás, ni permitas que la
soledad te corte la cabeza o te devore : nunca vayas a ser de las
personas olvidadas, de las personas que no valen nada para nadie, porque
que no han sabido hacer valer su propia persona ni sus propios
sueños. Haz valer todo lo que tú has soñado para tu vida, tu
casa o tus amigos. No olvides tus compromisos. Sé amigo de tus
amigos, y amor de tus amores. Apoya a tus hijos y a tus hermanos, y no
permitas que nadie se interponga en tu camino.

**Autor desconocido* *

By Amparo