Realidad: Lo que provoca el aumento de peso es el exceso de calorías. Las calorías de los hidratos de carbono son iguales a las de las proteínas o las grasas. En suma, que no puede echársele la culpa a los carbohidratos consumidos a la noche por las subas de peso o las dificultades para adelgazar.
Realidad: Durante la noche el metabolismo se hace más lento. Por eso, lo ideal es ingerir antes de acostarse una comida más liviana, es decir, con menor cantidad de grasas y carbohidratos refinados. A ese paso también se evita perjudicar el proceso digestivo, lo cual podría causar incomodidad durante el sueño.
Errores comunes: Hacer una comida basada sólo en carbohidratos, o sólo en vegetales o frutas, no es lo más recomendable. Por esa razón se recomienda que los carbohidratos estén distribuidos durante al menos cinco comidas a lo largo del día; es decir, tres comidas principales y dos meriendas entre comidas.
Qué alimentos elegir: Lo ideal es darle preferencia a los alimentos con carbohidratos complejos; estos están presentes en los alimentos integrales como el arroz, la harina o la avena, además de las legumbres, frutas y verduras. Ese tipo de hidratos de carbono hace que la glucemia (nivel de glucosa presente en la sangre) aumente lentamente, lo que hace que el hambre tarde más en aparecer.
Lo que hay que evitar: Manténgase alejado de los alimentos ricos en hidratos de carbono y con bajo nivel de agua. En esa lista están alimentos como pastas, panes, budines y tortas.
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Soy Roberta Stella, nutricionista responsable del programa Dieta y Salud.